La Policía asegura que en la investigación de la muerte de Ríos "no hay nada extraño" y la defensa dice que es "errónea"

Actualizado: jueves, 9 febrero 2006 16:05

Responsables de Seguridad afirman que no era un partido "de riesgo" y señalan a 'Los Suaves' como la peña del Dépor "más violenta"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El inspector jefe de la Comisaría de Policía de A Coruña que tomó declaración al primer integrante del grupo de amigos con el que el acusado de la muerte del hincha del Dépor Manuel Ríos estuvo en Santiago el 7 de octubre de 2003 cuando sucedieron los hechos declaró hoy que en las actuaciones policiales efectuadas "no hay nada extraño", mientras que el abogado defensor de Gabriel Rodríguez Pérez tachó de "errónea" la investigación.

En su declaración en la cuarta jornada del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, en la sede en Santiago, el inspector jefe sostuvo que cuando declaró en la Comisaría de A Coruña el joven Antonio D., que acudió al partido con el acusado y otros tres compañeros, "sólo" conocían los hechos por las declaraciones de la compañera sentimental del fallecido, Clara Castro --asesinada unos cinco meses después-- y del otro amigo que los acompañaba, Pablo A..

"A raíz de la declaración de Antonio D. vamos identificando al resto", manifestó el policía en relación a las otras personas que acompañaron a Gabriel Rodríguez, para el que el fiscal pide seis años de prisión por un delito de homicidio imprudente, al partido que enfrentó al Compos y Deportivo, tras el que sucedieron los hechos.

En la segunda jornada del juicio, Antonio D. declaró que la Policía le convenció durante su declaración en la comisaría de que el autor de los hechos "era Gabi", extremo que negó el inspector jefe que le tomó declaración. Además, en su testimonio el policía recordó que Pablo A., amigo que acompañó al fallecido aquel día, "reconoció a una persona que estaba en el grupo y no al que dio la patada".

"NO ERA UN PARTIDO DE RIESGO"

Por su parte, el coordinador de seguridad en funciones el 7 de octubre e inspector jefe de la Comisaría de Policía de Santiago, Antolín Doval, declaró que el partido del 7 octubre de 2003 en San Lázaro "no era de riesgo".

Además, señaló que "no había ninguna razón para que hubiera incidentes", ya que los informes previos descartaban el desplazamiento organizado de aficionados catalogados como 'tipo C' ---personas que "en todas circunstancias" se manifiestan de forma violenta--, entre los que Doval incluyó a 'Los Suaves', peña escindida de los 'Riazor Blues'.

Doval explicó que el dispositivo establecido con motivo del partido "era suficiente" y puntualizó que estaba programado "incluso para rebasar las previsiones". Además, consideró que los incidentes registrados en el interior y exterior del estadio, que dejaron a tres efectivos policiales heridos, "se manejaron correctamente" y la situación fue "perfectamente controlada".

Asimismo, apuntó que los incidentes registrados tanto dentro como fuera del estadio provocaron una situación de riesgo a la policía "a la que iban dirigidos los objetos que lanzaron". También afirmó que en las dos cargas policiales que se efectuaron en el exterior para que no se reagruparan los grupos para evitar más incidentes únicamente utilizaron "defensa" --al respecto de porras-- .

PEÑA VIOLENTA

El que actuó como coordinador de seguridad en funciones y que dirigió la Unidad de Control Operativo (UCO) situada en el Fondo Sur del estadio de San Lázaro señaló a 'Los Suaves' como la peña deportivista "más violenta".

Por su parte, el coordinador de seguridad de A Coruña, José Freire, calificó en su declaración a 'Los Suaves' como "los más fogosos" entre los grupos relacionados con los 'Riazor Blues', y a los que consideran "potencialmente de más riesgo" aunque, a su juicio, en Riazor "no hay ningún grupo violento". Además, aseguró que no le constan "agresiones físicas" de sus integrantes.

Por otro lado, Doval ubicó el incidente tras el que murió Manuel Ríos, al respecto de las declaraciones de los acompañantes del fallecido realizadas en el hospital tras los hechos, "a bastante distancia" del estadio y, en concreto, en las inmediaciones del edificio del Xacobeo. Además, declaró que fue un vigilante de seguridad del citado inmueble el que llamó a la ambulancia.