MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La portavoz adjunta del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid Ruth Porta pidió hoy explicaciones a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, para saber si "miembros del PP" actuaron como "cómplices o ejecutores" de la traición de los diputados socialistas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que impidió gobernar en junio de 2003 al candidato del PSOE, Rafael Simancas.
Porta realizó esta petición en relación con las manifestaciones de Aguirre que recoge su biografía autorizada y en las que afirma: "La primera (faena) fue cuando nos enteramos de que la noche anterior al 10 de junio, él (en referencia a Gallardón) ya sabía lo que iba a pasar y no nos dijo absolutamente nada. Luego, en la Asamblea, se levantó y se marchó cuando habló Tamayo".
La dirigente socialista dijo que, si la presidenta y el alcalde "no contestan inmediatamente" a estas afirmaciones, "estarán bajo sospecha", al tiempo que exigió conocer "quiénes sabían" que Tamayo y Sáez iban a abandonar las filas socialistas, "cuántos lo sabían, cuándo lo supieron, hasta cuántos participaron en la trama y, si hubo negociación, cuáles fueron sus términos".
"EL PP CONOCÍA LAS INTENCIONES DE TAMAYO"
A su juicio, las afirmaciones de la presidenta son de "una enorme gravedad" porque Aguirre "viene a reconocer que miembros del PP conocían las intenciones de Tamayo de torcer la voluntad popular surgida de las urnas y que, lejos de impedirlo y de denunciarlo, se convirtieron en cómplices".
"Es la primera vez que un miembro del PP, en este caso nada más y nada menos que la propia presidenta y principal favorecida por la huída de los tránsfugas, reconoce que la traición de Tamayo y Sáez estaba urdida con anterioridad y que miembros de su partido lo sabían", añadió Porta, para quien este caso sigue constituyendo "uno de los episodios más graves y escabrosos de la actual democracia española".
En relación con la otra "perla" de la biografía, las manifestaciones en las que Aguirre reconocía "no llegar a fin de mes" por carecer de pagas extra, señaló que la "obsesión populista" de la presidenta y "su síndrome Gil...de Biedma" le han llevado a "creer que se colocaba a la altura de cientos de ciudadanos" cuando, en su opinión, les "ha ofendido". "Los ricos deberían tener un poquito más de respeto a los que son menos ricos", le espetó.
BETETA: "QUIEN LO SABÍA ERA BLANCO"
El portavoz del Grupo Popular Beteta replicó a la portavoz adjunta socialista que "quien sabía" de la actuación de Tamayo era el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ya que tanto el tránsfuga como el líder de su corriente, José Luis Balbás, "estuvieron en su despacho, donde avisaron que esto no podía tener lugar y que tendría gravísimas consecuencias".
Aunque reconoció no saber si "ese asunto había circulado por otros ámbitos", Beteta aseguró que su partido "nada tuvo que ver con la defección" y que "fueron el incumplimiento de los acuerdos que hubo dentro del seno del PSOE y que (a Tamayo) no se le daba el porcentaje en el Gobierno que él quería, los que motivaron la defección de estos señores". "El pensar que el PP estuvo detrás de este asunto es simplemente una vil calumnia", afirmó.
IU PIDE QUE SE INVESTIGUEN LOS HECHOS
Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida (IU), Fernando Marín, pidió que las supuestas afirmaciones de Aguirre "se investiguen con medidas judiciales", al entender que el episodio del 'tamayazo' fue "terrible para la democracia y para la Asamblea de Madrid porque cambió el signo político del Gobierno en ese momento". "Es muy difícil de tragar para los ciudadanos que esto no se investigue", opinó.
"Si todos estamos a favor de la democracia, de la transparencia y de que todo el mundo conozca lo que pasó, deberíamos todos ponernos a ese trabajo", argumentó Marín, quien, no obstante, consideró "preocupante" que "alguien pudiera conocer en el PP que podría haber una defección que podría haber estado motivada por la especulación urbanística".