MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno y el PP trasladaron hoy su enfrentamiento político al tema de la inseguridad ciudadana y lo escenificaron en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados, sin dejar pasar la ocasión para cruzarse acusaciones sobre política antiterrorista. La portavoz del PP, Alicia Sánchez-Camacho, acusó al Ejecutivo de "dar oxígeno" al entorno de ETA y el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, respondió que acusaciones como ésa causan "regocijo" en la banda.
En lo que respecta al principal objeto de la reunión de la comisión, los 'populares' acusaron al Gobierno de "maquillar" los datos sobre criminalidad y el Gobierno respondió culpando a la oposición de mantener una actitud "irresponsable" por distorsionar la percepción sobre la situación en España.
Camacho había acudido a la comisión de Interior para abordar los datos de criminalidad de 2005 y las medidas de su Gobierno para combatir el crimen organizado y se encontró con las críticas de la portavoz del PP, Alicia Sánchez Camacho, sobre las cifras presentadas por el Ministerio del Interior sobre la delincuencia el pasado año. Las cuatro horas de duración de la comisión supusieron un cruce continuo de interpretaciones de los datos, negativas para el PP y positivas para el Gobierno.
El 'número dos' de Interior repitió los datos facilitados por su departamento a mediados de enero concluyendo que "España, hoy, es un país más seguro" que en los años de Gobierno del Partido Popular. Sin embargo, para Sánchez-Camacho, "los ciudadanos están muy lejos de la autosatisfacción" que, a su entender, presentó el secretario de Estado, entre otras cosas, porque "los datos no se corresponden con la realidad".
La diputada 'popular' alegó la tardanza de Interior en ofrecer datos de delincuencia en 2005 y lo achacó a que éstos "no eran buenos" y los querían "maquillar". Camacho respondió: "La seguridad de los ciudadanos se construye con nuestros esfuerzo y con su rigor a la hora de valorar la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".
El 'número dos' de Interior consideró las cifras ofrecidas "muy rigurosas" distinguiendo entre la "inseguridad objetiva", que, dijo, recoge los datos ofrecidos, y la "inseguridad subjetiva", que se nutre de la percepción que cada ciudadano tiene de su situación y del "ruido comunicativo" que está haciendo la oposición. Según Camacho, esta actitud de la oposición produce "desconcierto entre los ciudadanos". "Esto es imperdonable para quien aspira a ser alternativa de Gobierno", espetó Camacho a la portavoz 'popular'.
ACUSACIONES DE "OSCURANTISMO".
Sánchez-Camacho llevó de nuevo a la comisión de Interior la instrucción del pasado 8 de junio en la que el subdirector general operativo de la Policía, Miguel Angel Fernández Chico, recordaba a comisarios generales y jefes superiores que "corresponde a la Secretaría de Estado de Seguiridad lo relativo a la coordinación y ejecución el Programa Estadístico de Seguridad".
La diputada del PP puso el escrito como ejemplo de "oscurantismo" al considerar que prohibía a los policías informar sobre los delitos que se estaban produciendo en sus demarcaciones, al tiempo que criticó al secreario de Estado por comparar los datos de 2005 con años anteriores, pero nunca con los de 2004.
Sin embargo, Camacho negó que el objeto de la instrucción fuera ese y recordó que el programa al que hace referencia recopila los índices de criminalidad de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el objeto de ofrecer estadísticas e índices de los delitos cometidos con carácter "riguroso".
ENFRENTAMIENTO POR ETA.
Pero tampoco la comisión de Interior se salvó del enfrentamiento entre Gobierno y oposición a cuenta de la lucha antiterrorista. Ni siquiera lograron ponerse de acuerdo en si era adecuado que el secretario de Estado hiciese referencia a la lucha contra ETA en su intervención, al defender éste que se trata de una "banda organizada" y éstas sí eran objeto de una de las preguntas al Gobierno.
Sánchez-Camacho acusó al Gobierno de estar dando "oxígeno al entorno abertzale", destacando decisiones como la dimisión forzada de Eduardo Fungairiño como fiscal jefe de la Audiencia Nacional o la "permisividad" con el PCTV para que formase parte de la Cámara vasca. Por su parte, el secretario de Estado la respondió que "las grandes acusaciones" que está realizando el PP al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero constituyen "el regocijo de los terroristas".