El PP advierte de la posibilidad de que en ETA pueda haber "dos almas"

MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, afirmó hoy que en ETA puede haber "dos almas" en este momento. Por un lado, la de aquellos que quieren negociar con el Estado "sin haber pegado un tiro" y, por otro, la de los que quieren conseguir sus objetivos sin dejar de matar, lo que, a su juicio, "augura un futuro muy poco bueno".

En declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press, De Arístegui apuntó que el terrorismo de ETA también comprende el "terrorismo callejero" y añadió que "la banda no tiene credibilidad" mientras siga habiendo este tipo de violencia. "Que se siga robando armas y explosivos y que se continúe mandando cartas de extorsión puede considerase actividad delictiva", señaló.

Atribuye, además, los tres años sin asesinatos a manos de miembros de la banda terrorista a la "eficacia policial y judicial" y no a la voluntad de ETA. Así, expresó que los métodos de protección que adoptó España en los últimos años se encuentran "a la vanguardia del mundo", lo que dificultó que los terroristas pudieran lograr sus objetivos.

TERRORISMO ISLAMISTA

De Arístegui se refirió también a otro tipo de terrorismo, el del fundamentalismo islámico, y reclamó que se exija a los islamistas moderados que "tengan más valor y coraje para enfrentarse a los fanáticos" ya que, a su juicio, la primera víctima del terrorismo yihadista son los musulmanes moderados. El portavoz, que fue amenazado de muerte en una página web islamista el pasado mes de agosto, subrayó que el mayor temor de estos terroristas es "quedarse aislado" y que se denuncie que no son "verdaderos musulmanes".

Preguntado sobre los países islamistas incluidos en la Organización de Naciones Unidas que permiten la lapidación de la mujer o la tortura, el portavoz reconoció que "aunque se han producido muchos avances democráticos, sigue habiendo sombras oscuras y lagunas muy profundas que aún no se han resuelto".

"No puede aceptarse que en el XXI se anteponga la Declaración islámica de los Derechos del Hombre a la Declaración Universal, que es lo que ha pasado en un gran número de países en los que han limitado buena parte de los derechos de la Declaración del 48", concluyó.