El PP compara la reforma del Estatut con el Plan Ibarretxe que rechazó la Cámara Baja

MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

La aprobación en la Comisión Constitucional de la reforma del Estatuto catalán no ha acercado las visiones que tienen PSOE y PP sobre el texto. Los populares ven similitudes entre esta reforma aprobada en el Congreso con el Plan Ibarretxe que rechazó la Cámara Baja, e incluso llegaron a insinuar que promoverán desde el Gobierno una reforma constitucional para "hacer viable el funcionamiento de la nación". Los socialistas, por su parte, aseguran que es respetuoso con la Carta Magna y con las pretensiones del Parlamento catalán, por lo que auguran un Estatuto "de larga duración y no para ganar elecciones".

El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, lanzó dos reproches al proyecto aprobado en la Comisión Constitucional: que tiene similitudes con el Plan Ibarretxe y que esa reforma sale adelante "con pocos votos más" de los que logró el proyecto soberanista del lehendakari en el Parlamento vasco. "Los catalanes deberán amoldar sus opiniones a la Cataluña oficial, una Cataluña cerrada a lo que no sea nacionalista y de izquierdas", dijo.

Para los populares, el principal culpable de la aprobación de este Estatuto es el presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero, según Zaplana, "engrosará la lista de gobernantes que malinterpretaron su papel faltando a su deber de velar por el interés general, gobernantes mal preparados incapaces de ver más allá de la duración de su mandato electoral". Zaplana llegó incluso a insinuar que, si el PP recupera el poder, promoverá una reforma constitucional que "haga viable el funcionamiento de la nación, que permita más Estado de las Autonomías y más autogobierno de las regiones y las nacionalidades".

Mientras tanto, en las filas del PSOE hay satisfacción por la aprobación del Estatuto y tranquilidad con respecto a las consecuencias que los populares auguran. Diego López Garrido, secretario general del Grupo Socialista, aseguró que el texto que sale de la Comisión es "impecablemente inconstitucional", además "no lesiona para nada" las reivindicaciones del Parlamento catalán y será un Estatuto "de larga duración", "no para ganar las elecciones o para obstruir y erosionar" la acción de un Gobierno.

"No tenemos por qué recelar de Cataluña, ningún recelo ni ningún miedo para lo que venga de Cataluña porque es parte de nosotros mismos", añadió un López Garrido que incluso ve más avalado el texto tras la decisión del Tribunal Constitucional de rechazar el recurso que había presentado el PP contra su tramitación. "Este Estatuto es un ejercicio de madurez política, que muestra además que Cataluña siempre ocupa una posición de vanguardia en el Estado de las Autonomías", sentenció.

MAÑANA, CARA A CARA ZAPATERO-RAJOY

La disparidad de criterio que se vio en la Comisión Constitucional entre socialistas y populares fue el anticipo de lo que se vivirá este miércoles en el Congreso: Mariano Rajoy volverá a preguntar a José Luis Rodríguez Zapatero por la reforma del Estatuto catalán, y más concretamente en qué beneficia a lo españoles. No sólo desde el PSOE se criticó al PP, sino que los populares concentraron todos los reproches de los demás grupos. Artur Mas ve al PP en soledad y Josep Lluís Carod-Rovira aseguró que "no tiene sentido la cerrazón mental del discurso apocalíptico".

También hubo críticas desde IU-ICV. Su coordinador general, Gaspar Llamazares, aseguró que el Estatuto "está hecho del material imperfecto de los sueños" y pidió que "las diferencias no sirvan para que la derecha pesque en ríos revueltos". "No hay ruptura de España.

Pedro y el lobo terminarán desacreditados", dijo. Joan Herrera aseguró que el rechazo del PP se basa en "los mismos argumentos que la derecha y la extrema derecha utilizaron para combatir la Constitución".