Dice que "da la impresión" de que el grupo de víctimas que defienden la política de Zapatero ha nacido "como instrumento del Gobierno"
BILBAO, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del PP vasco, Leopoldo Barreda, consideró hoy que aseverar que la sociedad se encuentra en un proceso de paz no deja de ser un "rótulo publicitario" para beneficiar a alguna formación política y dijo que la democracia "no puede sobrevivir" a una negociación con los terroristas porque "sería una democracia de segundo orden".
En una entrevista a Radio Popular, recogida por Europa Press, el dirigente del PP también se refirió al grupo de víctimas de ETA, afines al Partido Socialista, que esta semana expresó su apoyo a la política del Gobierno central y, en este sentido, dijo que "da la impresión" de que este colectivo ha nacido "como instrumento" del Ejecutivo y del PSOE.
Tras asegurar que el PP valora más que nadie los 1.000 días sin víctimas mortales, dijo que se ha llegado a esta situación por la aplicación de una política concreta pero agregó que esto no significa el fin de ETA y, "por lo tanto, han sido 1.000 días con la espada de Damocles, de que pueden volver a matar en cualquier momento".
"Satisfacción más que nadie y determinación y voluntad de acabar con la banda terrorista porque lo deseable es no andar contando los días sino que haya nadie dispuesto a empuñar las armas", aseguró para añadir que la afirmación de que nos encontramos en un proceso de paz no deja de ser "un rótulo publicitario para beneficio de alguna formación política" porque sigue existiendo una banda terrorista "que sigue empeñada en hacer la vida imposible al conjunto de la sociedad democrática".
A su juicio, dar la espalda al hecho de que sigue habiendo ataques, amenazas y extorsión o "impedir las condenas de esto en el Parlamento como pasó ayer, es una vergüenza en términos democráticos y las minorías están impidiendo esas condenas y creo que no se les debería de dar esa capacidad porque las fuerzas mayoritarias deberíamos ser capaces de pasar por encima de esos vetos tan minoritarios".
El dirigente del Partido Popular indicó que le "gustaría encontrar algún ciudadano español" que dudase de que el Gobierno central ha rebajado la presión contra ETA "aparte de los propios dirigentes socialistas, que en privado te dicen cosas muy diferentes a las que dicen en público".
"Es evidente que se rebajó esa presión, se abandonó el Pacto por las Libertades, hemos visto las posiciones del Gobierno con la acumulación de condenas, el acto del BEC... Vemos esas cosas todos los días y vemos cómo se minusvalora el envalentonamiento permanente de ETA-Batasuna, y no hay credibilidad en el Gobierno cuando desmiente sus contactos con ETA-Batasuna y estas cosas que sólo representan un cambio de política antiterrorista", agregó.
De esta manera, señaló que, mientras "ellos confirman y desmienten los contactos según los días, todos tenemos la convicción de que se han producido contactos y que han tenido frutos para ETA-Batasuna".
Asimismo, denunció que el dirigente socialista José Blanco mantenga que "el PP no se alegraba por los 1.000 días sin muertos" ya que es "muy difícil ser más mezquino". Barreda se preguntó "qué puede ganar Blanco diciendo tal enormidad" y aseguró que, por el contrario, "es evidente que nadie desea más la paz que nosotros".
LA DEMOCRACIA "NO PUEDE SOBREVIVIR"
Asimismo, consideró, frente a "quien se quiere sentar a negociar con los terroristas", que la democracia "no puede sobrevivir" a una negociación de este tipo porque sería "una democracia de segundo orden, en la que se pondría sobre la mesa los derechos y libertades de parte de la población y se pretendería que eso era democracia".
A su entender, "eso es la paz de Azkoitia, con humillación de las víctimas, la paz de los asesinos respaldados por las autoridades, y no una paz con justicia y que represente democracia en libertad". En esta línea, insistió en que "no queremos una democracia a la vasca tutelada por ETA, sino plenitud democrática".
Tras rechazar que el PP "instrumentalice" a las víctimas, indicó que pronunciarse en este sentido es "un desprecio" a este colectivo ya que supone que "las víctimas son menores de edad y que no tienen criterio propio".
"Hay una amplia mayoría que mantienen unas posiciones y el PP no tiene ninguna capacidad de influencia orgánica o de autoridad sobre la dirección de esas asociaciones. Otras agrupaciones de víctimas, alguna muy reciente y muy reducida, que tiene vínculos muy concretos con el Partido Socialista, sí que da más la impresión de haber nacido como instrumento del Gobierno o del Partido Socialista", continuó.
De esta manera, manifestó que todos los colectivos "tienen mucha legitimidad", pero matizó que "hay agrupaciones que nacen con mucho más impulso político que cuando se señala al PP y a la actitud de las víctimas".
Finalmente, Leopoldo Barreda aseguró que las víctimas no pretenden "ser un agente político" y se mostró convencido de que éste "es un debate planteado de forma interesada". En cualquier caso, señaló, "lo que sucede es que no puede haber un futuro con justicia desde el desprecio a las víctimas". "No se puede pasar por encima de ellas para ensalzar a los verdugos", concluyó.
