MORON DE LA FRONTERA (SEVILLA), 2 (EUROPA PRESS)
El concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Morón de la Frontera (Sevilla), Francisco Manuel Morilla (PP), lamentó hoy los hechos ocurridos ayer en el municipio, tras la celebración de un Pleno, cuando se produjeron agresiones entre ediles socialistas y populares que derivaron en denuncias cruzadas ante la Policía, pidiendo disculpas a los moronenses por la situación, "ya que nuestro pueblo no se merece salir en los medios de comunicación y ante la opinión pública por hechos tan desagradables y lamentables".
En un comunicado remitido a Europa Press, el concejal popular recordó que ha puesto una denuncia y que lo único que hizo fue defenderse, "pero sé que eso no justifica los hechos ocurridos, que no debieron suceder nunca".
"Le pido a los concejales del PSOE seriedad y que bajen la crispación y abandonen la violencia", alegó Morilla, que añadió que "si no ganaron la alcaldía en las urnas, no pueden ganarla a puñetazos y engañando con la confusión y la crispación a los ciudadanos".
Morilla, asimismo, señaló que la localidad necesita representantes "dignos", que sepan solucionar los problemas del pueblo "desde la serenidad y la responsabilidad". "Desde el PP vamos a trabajar como hemos hecho hasta ahora para conseguir que abandonen las actitudes violentas y las agresiones como forma de hacer política", apostilló.
LA DENUNCIA
Los hechos, según el texto de la denuncia interpuesta por el concejal socialista José Francisco Montero, al que ha tenido acceso Europa Press, sucedieron sobre las 15.30 horas en la Plaza del Ayuntamiento del municipio. Al finalizar la sesión plenaria, fue abordado por Morilla, el cual le increpó alguno de los temas que se había tratado en el Pleno.
Ante la "actitud agresiva" que mostraba el edil, entre ambas personas se interpusieron sendas personas de cada grupo municipal, "con motivo de prevenir de una posible agresión". Al desplazar Morilla a las personas que intentaban calmarlo, debido a su corpulencia, y siempre según la denuncia, topó con otro concejal del PSOE, Pedro Aranda, por lo que éste recibió golpes en la cara, empujones y amenazas, sin que Aranda respondiera a la agresión.
Una vez que Morilla paró de golpearle, Montero "levanta las manos, manifestando a los presentes que miraran lo que estaba haciendo, momento que esta persona aprovechó asestándole un rodillazo en los testículos, cayendo el compareciente al suelo por el dolor producido, a la vez que lo insultaba y amenazaba", continúa el documento.
Tras ser alejado el presunto agresor del lugar por los compañeros, en el lugar hicieron acto de presencia funcionarios de la Policía Local. Los ediles socialistas debieron ser asistidos en el centro de salud de la localidad por las lesiones que sufrieron en la reyerta.