MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Partido Popular registró hoy una moción parlamentaria de tres puntos en la que pide al Gobierno que condene "de la forma más enérgica" el último atentado de la banda terrorista Grapo; que exprese "la solidaridad con la victima y su familia", así como se le preste toda la atención que sea necesaria, y "se reafirme una vez más la intención firme de seguir luchando hasta conseguir la completa derrota del terrorismo sin hacer ningún tipo de concesión".
La iniciativa del PP señala que, desde hace meses, varios empresarios vienen denunciando extorsiones de los GRAPO, y recuerda que el empresario Francisco Colell y su esposa fueron tiroteados el pasado día 6 de febrero, resultando su mujer fallecida y él gravemente herido.
Ignacio Cosidó, portavoz de Interior del PP en el Senado, quiere que esta iniciativa sirva para "romper la ausencia continuada de condenas", cuando no la "ocultación, de estos actos por parte del Gobierno".
El senador 'popular' indicó que la actuación del Ministerio del Interior respecto al asesinato terrorista de Ana Isabel Herrero ha sido "poco o nada transparente, primero porque intentó negar la autoría terrorista, y ello pese a la acumulación de pruebas que indicaban lo contrario, segundo porque cuando lo reconoció lo hizo con desidia y en medio de un cruce de declaraciones contradictorias, de la que la más ridícula fue la del director general de la Guardia Civil, cuerpo que participa en las investigaciones".
El responsable de Interior del PP en la Cámara Alta denunció "los esfuerzos" gubernamentales por vincular a los Grapo "de forma exclusiva" con la delincuencia común, y subrayó que "comunes" son sólo los procedimientos de financiación -extorsiones y atracos-, pero no "los fines, las acciones, ni las formas de reclutamiento de la banda".
Por ello, preguntó al Ejecutivo si las operaciones e investigaciones relativas a los Grapo "se van a sacar de los servicios anti-terroristas y se van a trasladar a otras unidades de Policía y Guardia Civil".
Cosidó apuntó a la posibilidad de que la reaparición de los Grapo estuviera relacionada "con las expectativas que el Gobierno ha abierto de forma irresponsable en otro frente, el de ETA".