El PP rechaza cambiar la fecha de la cumbre y pide responsabilidades al Gobierno por "dañar la imagen" de Barcelona

BARCELONA 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, rechazó hoy cambiar la fecha de la cumbre, que podría volver a convocarse para el próximo mes de noviembre en la ciudad, y reclamó "responsabilidades" al Gobierno por "dañar la imagen" de la capital catalana.

En declaraciones a Europa Press, el líder popular valoró así el anuncio realizado por el delegado de Gobierno en Cataluña, quien aseguró que la cumbre europea sobre vivienda, que iba a celebrarse el próximo domingo y que ha sido cancelada, se realice en noviembre en la Ciudad Condal.

"La cumbre debe celebrarse como estaba previsto" y "más cuando los ministros de Vivienda europeos no han tenido tiempo de reordenar su agenda política", aseguró Fernández Díaz, quien calificó de "muy positivo" que Barcelona "acoja el máximo de cumbres europeas posibles".

"No existe ninguna razón objetiva ni democrática para cancelar la cumbre", según el dirigente popular, quien consideró "una excusa" el hecho de que ahora, la Generalitat "intente dar motivos electorales" para justificar la cancelación, porque "desde hace meses se sabía que las elecciones se iban a celebrar el 1 de noviembre".

En este sentido, consideró "patética" la versión del portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, porque "estamos a cinco días de la cumbre y la fecha electoral fue anunciada por el presidente Pasqual Maragall el pasado 13 de julio y ratificada en el decreto del 8 de septiembre".

RECLAMA UN PLENO MUNICIPAL EXTRAORDINARIO.

Ante la cancelación de la cumbre, Fernández Díaz volvió a reclamar "un pleno extraordinario" para tratar sobre la suspensión de la cumbre y anunció que presentará una declaración institucional reclamando al Ayuntamiento y a la Generalitat que Barcelona acoja esta reunión.

En la misma declaración, el dirigente popular anunció que tiene previsto defender la necesidad de "pedir responsabilidades" al Gobierno por "haber dañado la imagen" de Barcelona, después de que el Ejecutivo central esgrimiera motivo de seguridad para cancelar la reunión.

Reclamó "adoptar las medidas necesarias para erradicar la impunidad con la que actúan los grupos radicales y violentos en la ciudad". En su opinión, "las administraciones deben garantizar el cumplimiento de leyes, la convivencia y la no impunidad de los autores de altercados y hechos violentos en Barcelona", añadió.

Fernández Díaz insistió en que "no se puede ceder al chantaje de los radicales", porque "en caso contrario, ganarían los violentos y perdería la democracia".