BILBAO, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario de PSE-EE, José Antonio Pastor, expresó hoy su confianza en que "la nueva estrategia política del PNV" acabará teniendo "reflejo" en la actitud del Gobierno vasco, aunque indicó que "hay que dar tiempo para que vaya acomodando discursos y actitudes".
En una entrevista a ETB, recogida por Europa Press, indicó que han cambiado "muchas cosas" para poder llegar al acuerdo presupuestario que permitió la aprobación de las cuentas vascas el pasado mes de diciembre, entre ellas, la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la presidencia del Gobierno y el hecho de que el discurso del PNV, especialmente de su presidente, Josu Jon Imaz, "está orientándose en la buena dirección, la del acuerdo y el entendimiento".
No obstante, matizó que "quizás ese camino no lo ha recorrido con la misma intensidad el Gobierno vasco y el señor Ibarretxe, pero sí el principal partido que sustenta el Gobierno vasco y hemos querido reconocer una nueva etapa y un gesto de cierta revisión de los postulados anteriores".
"Probablemente, una vez que se elimina una parte de quien genera crispación- el Gobierno de Aznar-, se intenta hacer también algún tímido gesto de distensión por parte del PNV y nosotros queremos ayudar a esa situación favoreciendo un clima de estabilidad", agregó, indicando que, para que "eso cuaje en algo de más sustancia y que ayude a eliminar determinados enquistamientos de la política vasca, dependerá también del PNV y del Gobierno vasco, que es quien tiene que, desde el punto de vista institucional, hacer realidad una política que queremos que sea de grandes acuerdos en los grandes temas del país".
En este sentido, criticó que, frente a lo recogido en el documento del PNV sobre pacificación y normalización política, el lehendakari, en su discurso de fin de año, "volvió a poner encima de la mesa un cadáver político, como es el Plan Ibarretxe, no sé si con intención de resucitarlo", aunque "casa muy poco con el nuevo discurso del PNV".
En esta línea, manifestó que "hay que dar a todo el mundo tiempo para que vaya acomodando discursos y actitudes y quiero creer que esta nueva estrategia política de PNV va a acabar teniendo un reflejo en la actitud del propio Gobierno vasco".
De esta manera, insistió en que el nuevo Estatuto debe hacerse "sobre una mesa con todos los representantes políticos y con un folio en blanco", por lo que si se pretende plantear de nuevo el Plan Ibarretxe "nos encontraremos con los mismos problemas". No obstante, se mostró convencido de que "los tiempos actuales no permiten reeditar tics del pasado", que ya han sido rechazados por el Congreso de los diputados y por los ciudadanos en las elecciones.
Preguntado por el derecho de decisión, indicó que "el futuro de Euskadi es fundamentalmente cosa de vascos y, como llevamos compartiendo muchos siglos la realidad común española, también es competencia del resto de españoles". Según señaló, el PSE "nunca se ha opuesto a ser partidario de defender la voluntad popular, pero vivimos dentro de un Estado democrático con normas concretas y definidas".
"EN LA CUNETA"
En cuanto a las declaraciones realizadas por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, este fin de semana en las que expresaba su confianza en que se pueda realizar una consulta popular antes de 2009, indicó que "le he oído hablar de muchas cifras, de muchas fechas, y bastantes de ellas se han quedado en la cuneta y las han tenido que guardar en un archivo".
En cualquier caso, manifestó que "consulta tendrá que haber porque así lo recoge la propia normativa del Estatuto de autonomía", si hay un acuerdo "amplio" sobre una reforma estatutaria. En cualquier caso, aclaró que "no sé si el lehendakari está hablando de otra cosa, de una consulta para plantear derechos de autodeterminación, yo estoy hablando de consulta para refrendar grandes acuerdos" y no para "fomentar divisiones".
Asimismo, en relación al acuerdo para los presupuestos de 2006, insistió en que está "restringido" a las cuentas vascas, aunque destacó que supone "acabar con una etapa de crispación y abrir una nueva etapa política de mayor acuerdo entre los partidos democráticos".
En cualquier caso, señaló que la posibilidad de futuros acuerdos "dependerá de la voluntad de las partes" y que, en este sentido, el PSE ya "ha puesto su parte de responsabilidad" y "ahora es el Gobierno vasco el que tiene que demostrar que es responsable y corresponde a ese gesto estableciendo un nuevo criterio de hacer política más cercana a los ciudadanos y más abierta a acuerdos", sean o no con el PSE.
De todos modos, consideró que este clima ayudará a establecer políticas de acuerdo en "temas importantes" como la pacificación o la reforma del Estatuto de Gernika, pero "no estamos pensando en reeditar aquellos gobiernos de coalición de hace 12 años, que aún siendo buenos correspondieron a otra etapa en la que no estamos".
MESA DE PARTIDOS
Por otro lado, el portavoz parlamentario del PSE se congratuló de que "cada vez son menos" los que defienden la constitución de la mesa de partidos mientras no cese la violencia e insistió en que su partido está dispuesto a participar en una mesa multipartita en ausencia de violencia porque, de lo contrario, "no hay condiciones democráticas para discutir en igualdad de condiciones". En ese sentido, señaló que, "si eso se da, la mesa habrá que convocarla".
Así, expresó su deseo de que este año se pueda abrir definitivamente el proceso de pacificación, para lo que tiene que haber un pronunciamiento "claro" por parte de ETA de cese definitivo de la violencia y por parte de Batasuna "exigiendo que eso se produzca cuanto antes porque, una vez despejada esa incógnita, el resto del camino se abre con más facilidad".
En cualquier caso, consideró "conveniente" que el PP se sume a este proceso, abandonando su "discurso enloquecido" con el objetivo de "desprestigiar" al presidente del Gobierno y al PSOE, en el que "vale de todo" y se critica "todo lo que se mueve aunque se ponga en riesgo determinadas premisas de un Estado democrático" como, a su entender, ha sucedido con las declaraciones del general jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército, José Mena.
En este sentido, lamentó no haber visto "ninguna expresión de rechazo contundente" en relación a "un anuncio de pronunciamiento militar absolutamente intolerable en democracia".
De la misma manera, denunció que en Euskadi el PP "vive en una especie de burbuja que poco tiene que ver con la realidad vasca", ya que los ciudadanos "piden grandes acuerdos y consensos y no políticas de enfrentamiento".
Para Pastor, "hoy por hoy y mientras no cambien esa estrategia, es difícil que se siente" en la mesa de partidos, aunque "el resto de partidos vamos haciendo las cosas bien, la dinámica social le va a obligar al PP a entrar también en la estrategia de grandes acuerdos" ya que "es absolutamente inevitable y la presión social le va a obligar a entrar en ese camino aunque sea a regañadientes".