El PSE pide "altura de miras" a Batasuna porque el Estado de Derecho no puede "rebajarse" a sus exigencias

Actualizado: jueves, 17 agosto 2006 20:56

Recuerda que los socialistas vascos buscan el fin del terrorismo con "fortaleza democrática" y acusa al PP de "manipular y mentir"

BILBAO, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

El coordinador de la ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares, pidió hoy a Batasuna "altura de miras y responsabilidad suficiente" para que adopte decisiones que la "alejen definitivamente de la violencia" y la permitan convertirse en una fuerza legal, "lo que no es exigirle nada que no se le exija al resto de los partidos políticos".

En declaraciones a Europa Press, Ares afirmó que "no es el Estado de Derecho quien tiene que rebajar sus exigencias para que la izquierda abertzale haga política" e incidió en que debe ser Batasuna la que tome decisiones para "respetar las reglas de juego, la legalidad y los derechos humanos, si quiere hacer política", una cuestión "básica en democracia".

Ares contestó así al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, quien expresó hoy su "preocupación" por el desarrollo del proceso de paz debido a la "falta de madurez y responsabilidad" de los dirigentes del PSOE que, a su juicio, tratan de "desvirtuar" el contenido de un futuro acuerdo para la normalización política del País Vasco.

El dirigente del PSE-EE recordó que los socialistas vascos están "comprometidos" en que el proceso de paz "siga adelante", para lo que están dispuestos a hacer "todo lo necesario desde el respeto a la legalidad, desde unas convicciones éticas y democráticas profundas".

La "nueva etapa política" en Euskadi, según Ares, deberá estar "presidida por el diálogo y el entendimiento" para que los partidos acuerden "la metodología y el funcionamiento de la mesa". Pero, reiteró, "nadie entendería que la izquierda abertzale pudiera participar si no ha tomado las decisiones necesarias para hacer política".

Además, sobre futuro de Navarra, explicó que es "la sociedad, las instituciones, los partidos" los que deben decidir su futuro y que los socialistas vascos respetarán esas decisiones.

POSICIONES "CLARAS"

Por otro lado, el coordinador de la ejecutiva del PSE-EE también defendió que la labor de los socialistas "tiene como objetivo conseguir acabar con el terrorismo desde una posición de fortaleza democrática", con "claridad" en sus posiciones.

"Por mucho que el PP se empeñe en hacer una política anti socialista, de descalificaciones desde la manipulación y desde la mentira, no va a conseguir que desistamos de nuestro empeño, porque la inmensa mayoría de la sociedad entiende que los socialistas y el Gobierno socialista no sólo están legitimados, sino que tienen que hacer todo lo necesario para acabar con el terrorismo", aseveró Ares.

Además, acusó a la presidenta del PP vasco, María San Gil de realizar una estrategia "mezquina, pensando sólo en rentabilidad electoral, en vez de arrimar el hombro para que el proceso salga adelante".

"Esperamos que reflexionen y cambien porque son necesarios para el diálogo político. Las puertas siempre estarán abiertas para que el PP se sume y no nos dejen huérfanos en el diálogo multipartito que se va a abrir", añadió.

IBARRETXE

En referencia a las afirmaciones del lehendakari, Juan José Ibarretxe, en las que reclamaba "sensatez y equilibrio" a los partidos políticos, Ares aseguró que "todos" tienen que "asumir la responsabilidad y la prudencia, también el lehendakari", pero que se hace necesario que "cada uno diga a la ciudadanía lo que piensa y lo que defiende".

"El lehendakari -añadió Ares- no puede mantener la equidistancia, tiene que ser exigente, como lo somos los socialistas con la izquierda abertzale. No puede pedir al partido socialista que resuelva los problemas que tiene la izquierda abertzale, que tiene que asumir que para hacer política debe respetar los principios democráticos y los principios éticos".

Además, Rodolfo Ares apuntó que nadie puede aprovecharse del final de la violencia para obtener "objetivos partidarios", por lo que es necesario, por parte de todos, un ejercicio de "responsabilidad y de renuncia para que el diálogo avance".