SEVILLA, 2 May. (EUROPA PRESS) -
Sin sorpresas, el Pleno del Parlamento andaluz aprobó hoy la reforma del Estatuto autonómico, y lo hizo con los votos a favor del PSOE y de IU y el anunciado rechazo del PP y del Partido Andalucista.
El presidente de la Junta, Manuel Chaves, todavía confió en alcanzar un consenso que no llegó y que espera llegue en las Cortes Generales para introducir "mejoras" en el texto. Pero no parece probable, al menos por el momento. En el transcurso del debate, el PP rechazó la última oferta del PSOE de pactar cinco enmiendas, entre ellas la inclusión en el preámbulo de una alusión a la unidad de España.
Mariano Rajoy aseguró que el texto andaluz "copia lo malo" del catalán que tanto se ha criticado desde las filas populares. Javier Arenas ya ha prometido incluir un su programa electoral una nueva reforma del Estatuto.
Con un atronador aplauso desde los bancos de PSOE e IU, el Parlamento andaluz dio luz verde a la reforma del Estatuto autonómico, que ahora comenzará su andadura en el Congreso. El nuevo Estatuto llegará a la Cámara Baja el próximo día 5. Tal y como estaba previsto, el texto recibió el apoyo de 67 parlamentarios andaluces y el rechazo de 41, con lo que logró los tres quintos de la Cámara necesarios para aprobar el texto.
Chaves comenzó su intervención ante el pleno defendiendo la denominación de "realidad nacional". El Estatuto, dijo, reúne las condiciones para un respaldo unánime, pero, consciente de que no lo iba a lograr en el Parlamento andaluz, aventuró que se podrá "ampliar el consenso" en el Congreso de los Diputados. El presidente andaluz aseguró que "nada se va a romper" con el nuevo Estatuto. "Los andaluces no tenemos la más mínima reserva con la Constitución y desde el primer momento la hicimos nuestra, de la A a la Z, y así sigue siendo", sentenció.
El ya entonces confirmado rechazo del PP al texto llegó a Chaves a mostrar su malestar. El presidente andaluz llegó a preguntar a los popular si tienen pensado presentar un recurso de inconstitucionalidad o recoger firmas en contra de esta reforma, como ya han hecho en el caso de Cataluña. "Dejen de tergiversar la historia", les dijo tanto a populares como a andalucistas, porque "no es verdad que hubiera consenso" para aprobar el Estatuto todavía vigente.
El último intento de alcanzar ese consenso se produjo durante el debate. El PSOE, por medio de su portavoz, Manuel Gracia, ofreció al PP pactar cinco enmiendas transaccionales para dar respuestas a las demandas de los populares. Esta oferta incluía una mención a la unidad de España tanto en el preámbulo como en el artículo 1 del texto, aunque manteniendo la definición de "realidad nacional". El portavoz del PP, Antonio Sanz, rechazó la oferta porque ese término es "un fraude constitucional y un disparate jurídico y político sin precedentes".
Mariano Rajoy fue muy crítico con la reforma aprobada. "No conozco a ningún andaluz que le importe la realidad nacional, el blindaje de competencias ni la relación bilateral", explicó, convencido de que el texto aprobado copia "lo malo" de la reforma estatutaria de Cataluña y sólo busca "salvarle la cara a algunas decisiones absurdas que ha tomado el señor Maragall en Cataluña". Javier Arenas, presidente de los populares andaluces, adelantó que en su programa electoral llevará una nueva reforma estatutaria, siempre y cuando haya consenso entre todos los grupos.
INNOVADOR, PERO INSUFICIENTE
Al igual que el PP, pero por motivos bien distintos, el Partido Andalucista votó en contra de la reforma. Pilar González, portavoz de la formación, aseguró que mucho del contenido de este Estatuto se ha acordado fuera de Andalucía y criticó la "incapacidad" del PSOE para llegar a acuerdos. Dijo que el texto aprobado es "innovador y avanzado" comparado con el actual, pero insuficiente para sus pretensiones. Lo que el PA quería era que se definiera a Andalucía como nación.
IU, a pesar de que todas sus enmiendas fueron rechazadas, votó a favor del texto. Lo considera, según dijo la portavoz en el Parlamento andaluz, Concha Caballero, "insuficiente" porque no contempla a Andalucía como una nación, pero "significa un paso de gigante respecto al actual texto". El coordinador general de la formación de izquierdas, Diego Valderas, admitió que era imposible llegar a un acuerdo sobre sus propuestas con el PSOE y se mostró convencido de que el texto no sufrirá "importantes modificaciones" en las Cortes.
