SANTANDER, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, afirmó ayer que el relevo forzado de Eduardo Fungairiño al frente de la Fiscalía de la Audiencia Nacional supone "un disparate, un tremendo error", ya que éste es "una víctima más dentro de la política antiterrorista de este Gobierno".
El relevo de Fungairiño, "un baluarte el Estado de Derecho contra ETA", centralizó buena parte del discurso que el líder de los populares realizó ante unos 4.000 afiliados y simpatizantes del PP, que dejaron pequeña la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria y tuvieron que reacomodarse en la Sala Pereda, e incluso en el hall y los pasillos del edificio, desde donde más de un millar de personas seguían los discursos.
Para Rajoy, Fungairiño "es un servidor del Estado de Derecho" ajeno a ser "ni de derechas ni de izquierdas", pero como resultaba "incómodo" para el Gobierno, "se lo han liquidado", dando "un paso más" para "negociar con el entorno político de ETA".
El líder de la oposición hizo también referencia al Estatut catalán, ya que quien diga que "es bueno para Cantabria" -en alusión al apoyo de los máximos representantes del Gobierno cántabro (coalición PSOE y PRC)-, es que tienen "un colosal sentido del humor" o "unas enormes ganas de reírse de la gente".
Dichas declaraciones de apoyo en Estatut propiciarán que "vamos a tener presidente del PP en Cantabria", aseguró Rajoy ante los aplausos del público.
En su campaña de recogida de firmas contra el Estatut, Rajoy destacó que no está debatiendo contra "la izquierda" ni contra "los socialistas", sino contra "personas" que están realizando planteamientos "estratosféricos", que "nada tienen que ver con el interés de los españoles".
En cualquier caso, el presidente del PP cuestionó por qué se le critica por "pedirles firmas a los españoles", aludiendo "al concepto de la democracia que tienen algunos", que "resulta verdaderamente sorprendente".
Así, destacó que el debate sobre el Estatut no es "ideológico", sino de "defensa" del "sentido común", de "la Constitución" y "de los grandes acuerdos" nacionales, como que España "es una nación" y que "los españoles son iguales en derechos, deberes y obligaciones", lo mismo vivan "en Santander, en mi pueblo, o en la isla de La Gomera".
CRÍTICAS A ZAPATERO
Rajoy criticó también al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que desde la Constitución de 1978 "siempre se había acordado" el modelo de España, "con Suárez, con Leopoldo Calvo Sotelo, con González y con Aznar", y "ahora ha llegado este señor y ha decidido que todo esto no vale para nada".
"Usted se pelea con el Estado del Vaticano, se pelea con la principal potencia mundial y se hace amigo de Chávez, de Castro y de Maradona", siguió Rajoy en alusión a Rodríguez Zapatero, preguntándose "qué broma es esta".
Siguiendo con el Estatut, el líder 'popular' apeló al "espectáculo grotesco" de su financiación, destacando que tan pronto se habla de un extra financiero para Cataluña de "5.300 millones" de euros como de "3.000 millones" o un día después, que "aún no está acordado", asegurando que dichas contradicciones suponen "burlarse de los ciudadanos de Cataluña y de toda España".
"DE OTRAS PEORES HEMOS SALIDO"
"Yo no sé qué interés general se defiende aquí", siguió Rajoy, asegurando que "todos estamos metidos en un lío" pero que desde el PP se está "trabajando para arreglar el lío", ya que "de otras mucho peores hemos salido".
En esta "batalla por el sentido común", Rajoy aseguró que mientras se debate "sobre lo que es España", las encuestas dicen que "los precios han subido el 4.2 por ciento", datos "muy preocupantes" que "afectan a la competitividad de las empresas". "Es la cruz que nos ha tocado soportar", apostilló.