SEVILLA, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, quiso dejar hoy claro que él va a seguir hablando de inmigración porque es uno de los problemas más importantes que tiene España en este momento, mientras que el jefe del Ejecutivo y candidato a la reelección por el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, está optando por la "política del avestruz, que es meter la cabeza debajo del ala y no hacer nada".
"Hay que tener el rostro como un pedernal para que no se habla de uno de los problemas más importantes", apuntó Mariano Rajoy en referencia a las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero sobre no sacar este asunto en la campaña electoral. "No le voy a hacer caso", sentenció.
Durante su intervención en Sevilla en un acto para presentar el programa sobre seguridad ciudadana de cara a las elecciones generales del 9 de marzo, Mariano Rajoy quiso referirse al tema de la inmigración, como ha hecho en los últimos días, para poner de manifiesto que es un tema de importancia capital que nadie va a arreglar "de un plumazo".
"Yo no tengo una varita mágica, pero sí una serie de políticas que caminan en la buena dirección", apuntó el líder del PP, quien señaló que él no está "inventando nada" cuando habla de un "contrato de integración", ya que otros países de la Unión Europea lo llevan haciendo desde hace tiempo.
Un dato muy significativo para Rajoy de la importancia de la inmigración en España es que, en 2006, entraron en el país más personas que en Reino Unido, Italia, Alemania y Francia juntos. Al mismo tiempo, señaló que se ha incrementado el número de parados entre las personas de fuera, un dato que, a su entender, exige una reflexión.
Mariano Rajoy está dispuesto a repetir "hasta la saciedad", porque procede de una comunidad donde mucha gente emigró para buscar una vida mejor, que todas aquellas personas que puedan ganarse la vida dignamente tienen derecho a una oportunidad. "Yo trabajaré por ellos", dijo.
PONER ORDEN
No obstante, manifestó que hay que poner orden en la política de inmigración porque, ante todo, tiene que ser legal y hay que luchar contra la inmigración ilegal y contra aquellos que trafican con personas. "Voy a poner orden, ley y voy a apostar por la integración", manifestó el líder del Partido Popular, que quiso dejar claro que con su propuesta no está inventando nada porque son políticas que otros países europeos llevan aplicando años.
Defendió el "contrato de integración" porque toda persona que llegue a España se tiene que comprometer a aprender la lengua española en aras a posibilitar su integración y a cumplir la Ley, al tiempo que debe ser consciente de que en este país no se pueden admitir prácticas como la mutilación genital, la poligamia o los matrimonios de conveniencia.
A cambio, según añadió el candidato del PP al Gobierno, tendrán los mismos derechos, obligaciones y oportunidades que cualquier español.
"¿DE QUÉ HABLO ENTONCES?".
Mientras él se dedica a hacer propuestas y plantear soluciones a los problemas reales de los ciudadanos, el presidente del Gobierno, según Rajoy, no tiene un proyecto claro y "lo peor es que dice que nos callemos" en relación con temas como la inmigración, la economía o el terrorismo.
"¿De qué hablo entonces?, ¿me callo o hablo de fútbol?", se preguntó Mariano Rajoy, para indicar acto seguido que no se va a callar y que seguirá hablando de lo que importa a los españoles.
Dijo que la elaboración del programa de gobierno del PP ha sido, sin duda, una tarea dura y difícil, pero muy reconfortante, ya que hoy los españoles tienen ante sí un programa de gobierno en el que se plantean soluciones a sus problemas cotidianos y que se ocupa de las necesidades reales.
