LISBOA, 21 Mar. (EUROPA PRESS/Patricia Ferro) -
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, asegura hoy, en una entrevista al periódico portugués 'Diario de Noticias', que en España todo el mundo cree que el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, está influido por el PSOE.
Entre las "decisiones equivocadas" que Rajoy achaca al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está que "el Fiscal General del Estado no actúa con contundencia", y añade "menos mal que lo hacen los jueces". Ante la pregunta de si considera que éste está influido por el gobierno, el líder de la oposición responde: "¿Quién no cree en eso en España?".
Sin embargo, asegura que confía "en la justicia española" y añade que "por definición" siempre acata "las decisiones de los tribunales". "Aunque unas me agraden más y otras menos", apostilla.
Rajoy se preguntó ayer cómo puede seguir siendo Cándido Conde-Pumpido el fiscal general del Estado después de haber considerado "improcedente" la decisión del juez Fernando Grande-Marlaska, que mandó a prisión al ex responsable de Gestoras Pro Amnistía Juan Mari Olano y al miembro de la formación ilegalizada Juan José Petrikorena por los actos violentos registrados durante la jornada de huelga convocada el 9 de marzo por Batasuna.
Hoy Conde-Pumpido pidió al líder del PP que deje de meterse con el Poder Judicial tanto en el caso del 11-M como en el trabajo de la Fiscalía. "Por favor, Mariano, deja al fiscal en paz, que su trabajo ya es bastante difícil", dijo.
En una amplia entrevista de dos páginas Rajoy repasa los principales temas de la actualidad española, incluido el Estatuto de Cataluña, la inmigración y el terrorismo. Respecto a este último asunto el líder de la oposición asegura que "el objetivo de Zapatero ya no es derrotar a ETA, si no negociar con ella" y acusa al presidente del gobierno de romper el Pacto Antiterrorista, lo que en su opinión es "inaceptable". Criticó también que el ministro de Justicia, Juan Fernando López-Aguilar, dijera que el PP "hace más ruido que ETA".
ESPAÑA, EN DIRECCION CONTRARIA A LA INTEGRACIÓN EUROPEA
El líder de la oposición explica, en la entrevista, su posición respecto al Estatuto catalán destacando que "no se ajusta a la Constitución y es malo para los españoles, y especialmente para los catalanes". "Mientras en toda Europa estamos en proceso de integración no podemos cambiar de dirección en España".
Rajoy explica que durante 26 años todos estos asuntos fundamentales para el país fueron objeto de pacto entre los dos grandes partidos, PP y PSOE, con el 80% de los votos del Congreso, y que ahora "sin pacto, se abre un proceso que no se sabe donde va a terminar".
El presidente del PP asegura que no tiene miedo de quedar aislado por rechazar el Estatut, junto con Esquerra Republicana de Catalunya, porque "estaría aislado con 10 millones de votos". "Lo que no puedo es votar en una cosa que no creo y en la que ni siquiera creen muchos de los que van a aprobarla". Lo más importante, apuntó, es que "las personas, de acuerdo o no con lo que yo pienso, puedan al menos reconocerme coherencia, y creo que en ese sentido el PP es una referencia".
En su opinión, si el Estatut se aprueba se inicia "un proceso de debilitación del Estado, que necesita para cumplir su misión, tener competencias, libertad para ejercerlas y una buena financiación".
Además asegura que "no existe el deseo de más autonomía en muchas Comunidades" porque éstas tienen competencia plena en todos los grandes servicios públicos y tienen "el nivel de competencias más alto de Europa, lo que es más que suficiente".
Respecto a la política de inmigración, Rajoy volvió a defender que debe realizarse a nivel europeo, y aunque reconoció que la economía española "no está mal", consideró que hay problemas de competitividad y "es necesario trabajar para no perder la velocidad de crucero que habíamos alcanzado", en referencia a los años de gobierno del PP.
En el aspecto económico Rajoy consideró que "el proteccionismo del gobierno socialista tiene poco sentido hoy en día", en referencia a la postura del Ejecutivo socialista ante la Oferta Pública de Adquisición (OPA) lanzada por la alemana E.ON sobre la española Endesa que ya había recibido una OPA de Gas Natural.