MARBELLA (MALAGA), 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió hoy que "se vuelva al Estatuto de Cataluña de 1932 o al de 1979" porque, a su juicio, "eran infinitamente mejores que el de ahora", que calificó de "engaño a los españoles y, particularmente, a los catalanes". "Es anticonstitucional y una estafa a los ciudadanos", apostilló.
El líder popular, quien hoy se reunió en Marbella (Málaga) con unos vecinos que pedían la disolución del Ayuntamiento y participó en un acto con militantes, en el que hubo unas mil personas, defendió que "España es una monarquía parlamentaria, una Nación y está formada por ciudadanos libres e iguales, que tienen la soberanía nacional".
"Todos somos iguales en derechos y deberes, la cohesión social es el principio de cualquier Estado moderno y la solidaridad entre territorios", manifestó Rajoy, quien comentó también que "la preocupación de los españoles no debe ser preguntarnos de dónde venimos, sino mirar hacia el futuro".
En su opinión, el Gobierno "se ha equivocado, ha roto los pilares básicos de las reglas del juego, ha levantado un debate territorial con reformas constitucionales y estatutarias que no conducen a ninguna parte", y criticó que ahora vaya a plantear "un debate sobre la memoria histórica y la II República, ya que rompe los consensos de la transición", en referencia al debate sobre la Guerra Civil que se celebrará esta semana en el Congreso de los Diputados.
REPUBLICA
Así, del presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que "se comporta más como un historiador, con poco conocimiento, que como un gobernante que tiene que mirar hacia adelante y hacia el futuro". Además, le recordó que en la II República "había socialistas que decían que España era una Nación y que todos los españoles éramos iguales en derechos y deberes", por lo que confió en que ello "le sirva para actuar en consecuencia".
Tal y como expresó Rajoy, los gobiernos están para "resolver problemas y no para crearlos", ante lo que añadió que el presidente del Gobierno "no está para hacer disquisiciones sobre la República, sino para arreglar el problema que nos ha generado a todos con el Estatuto catalán o con el problema de Marbella".
El dirigente del Partido Popular declaró que "en España no se está produciendo un debate ideológico, sino el del sentido común", y denunció que "estamos haciendo el ridículo", puesto que "somos el único país del mundo que estamos cambiando las reglas del juego".
Ante esta situación, aseveró que "se necesita un Estado fuerte", que "es de todos los españoles", precisó, al tiempo que apuntó que "el Estado está para garantizar la igualdad de la gente, para defender la cohesión y para que cada uno haga con la bandera española lo que le parezca, que la siente y la quiera".
