SEVILLA, 12 Nov. (OTR/PRESS) -
Las promesas y los programas electorales tienen un hueco en los discursos de los líderes políticos, uniéndose, así, a los habituales cruces de acusaciones. Ayer le tocó el turno a la inmigración, campo en el que el presidente del PP, Mariano Rajoy, anunció que "nunca" apoyará la regulación masiva. En este sentido, de conquistar la Moncloa el próximo marzo promoverá una ley en este sentido, así como la creación de una agencia dedicada a impulsar la contratación de origen
"La inmigración legal y que los que lleguen lo hagan con papeles", esa es la política que en esta materia quiere llevar a cabo Mariano Rajoy durante la próxima legislatura de llegar al poder. Durante su participación en Sevilla en el acto de clausura de una Jornadas sobre Inmigración, Rajoy advirtió de que se trata de uno de los "grandes desafíos" a los que se enfrenta la humanidad en su conjunto, por lo que resulta "capital" acertar o fracasar, siendo especial en el caso de España, ya que es "el segundo país receptor, tras Estados Unidos".
Las políticas del PP se basarán en "controlar la inmigración ilegal, hacer legal la ilegal y tener claro que todos los que vengan se tienen que integrar", dijo Rajoy al respecto. Por supuesto, rechazó la política puesta en marcha por el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero de "papeles para todos". En este contexto, destacó que durante estos años de gobierno de Zapatero "no se ha luchado contra la inmigración ilegal", por lo que anunció que cuando gobierne el PP, "pondremos orden, legalidad, firmeza y se trabajará para la integración".
De esta forma, anunció la prohibición por Ley de regulaciones masivas, intensificar la lucha contra las mafias, mayor control de fronteras y fomentar la contratación de origen para recibir inmigrantes con papeles. "Crearemos una Agencia para la contratación en origen", apuntó Rajoy, que señaló que también hay que apostar por hacer que a España lleguen "personas preparadas, con titulaciones superiores que desempeñen una función que nos resulte necesaria".
"NO HAY QUE CREAR PROBLEMAS".
Promesas y pullas sobre inmigración aparte, el presidente del PP también cargó contra la gestión general del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Según Rajoy, su partido se presenta a las elecciones generales con un programa de gobierno en el que no caben las improvisaciones, las ocurrencias ni la frivolidad, que es lo que "caracteriza al Gobierno de Zapatero". Asimismo, dijo que el PP "bajará los impuestos, mejorará el nivel económico y bienestar social de los españoles".
Siguiendo la línea habitual, Rajoy también remarcó que el PP se presenta con un programa de gobierno que habla de las cuestiones que realmente importan a los españoles, como la economía, y no de cuestiones en las que "coincidimos todos los españoles y sobre las que no hay que crear problemas". En el terreno de la economía, Rajoy responsabilizó al Ejecutivo de Zapatero de la situación actual, con la subida de los precios de los productos de primera necesidad. Así, destacó que Zapatero ha "dilapidado" la herencia que se le había dejado.
