Rajoy quiere liderar un "cambio social" que garantice a la sociedad que "la gran operación" de Zapatero tiene arreglo

Europa Press Nacional
Actualizado: domingo, 16 julio 2006 17:47

Dice que hay que evitar la "mutación confederal" del país y que llevará en su programa los valores de España como "nación"

NAVACERRADA (MADRID), 16 (EUROPA PRESS)

El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró hoy que está trabajando en un proyecto para las próximas elecciones generales que busque unir las palabras "España" y "libertad" y que suponga un "cambio social" que devuelva al país su "nitidez de contornos" y la "viabilidad del Estado".

Según Rajoy, "es la hora de España" y de convencer a una mayoría de que "la gran operación" que ha puesto en marcha José Luis Rodríguez Zapatero "tiene arreglo" y que no hay por qué ceder al "cambio brutal" que quieren "imponer" los socialistas sin consulta previa. "De la mano del PP, lo que Zapatero no ha querido que los españoles voten, van a tener la oportunidad de hacerlo poque el PP está obligado a plantearlo", apostilló.

Rajoy comenzó su discurso de clausura en el Campus FAES, que se celebró en Navacerrada, advirtiendo de que se disponía a hablar de España y de su "continuidad" como proyecto nacional y su "viabilidad" como Estado, admitiendo que muchos de los análisis y propuestas que al respecto se habían hecho a lo largo de estas jornadas formarán parte de sus próximas propuestas electorales.

"Estamos trabajando en ello y os adelanto que voy a dirigir todos los esfuerzos del Partido Popular en torno a un gran objetivo que marcará estratégicamente la agenda del partido para los próximos meses: Quiero que España recupere su energía y su ilusión como proyecto nacional y lo quiero así por patriotismo y sentimiento cívico. Si dejamos que España se debilite como idea y que se difuminen sus contornos de Estado, puede dejar de ser la gran nación europea que todos hemos conocido. Y si esto fuera así y perdiera su capacidad para ejercer su voluntad soberana, estaría renunciando a su futuro y se convertiría en una caricatura de sí misma", avisó.

Dicho esto, afirmó que no piensa permitir que eso ocurra en un mundo globalizado que pide "fortaleza institucional" y que "no admite las fronteras que trazan los nacionalistas" o que no tolera "el pacifismo de diseño" ni "la palabrería" en política exterior. "La seguridad exige ideas claras, aliados fiables y decir la verdad sobre los riesgos que amenazan nuestra libertad. El terrorismo, sea el que sea, atente en Bombay o en Madrid, exige las armas de la legalidad, no la manipulación de los sentimientos", apostilló.

QUE LOS ESPAÑOLES "OLVIDEN" LA ERA ZAPATERO

El líder de los 'populares' dijo a continuación que su "ambición" consiste en que los españoles puedan olvidar "lo antes posible" el significado de los años del Gobierno Zapatero y que se decidan a apostar por fortalecer lo que "une" a fin de poder abordar con garantías de éxito los retos del siglo XXI. "Estas debían haber sido las prioridades de un Gobierno normal", sentenció, añadiendo que, por el contrario, los socialistas se han dedicado a "materializar" se renuncia a la España constitucional, evitar la "igualdad" en el territorio nacional e impulsar "el desmantelamiento" de un país con escenario de "cartón piedra".

En la misma línea, denunció que se está cambiando el modelo autonómico por uno "confederal" con el beneplácito de unos pocos ciudadanos de determinadas autonomías que deciden en nombre de 40 millones de españoles y se aprueban o aprobarán leyes en el Parlamento --como la de la Función Pública, las Haciendas Locales o Universidades-- que no tendrán efecto en Cataluña o terminarán con conceptos "nacionales". "Y todo esto se ha hecho por connivencia partidista porque no aparecía en el programa socialista, ni se ha permitido a los españoles pronunciarse sobre este asunto", determinó.

Para el presidente del PP, el cambio de "modelo" responde al "argumento rastrero" de que había que revisar los acuerdos alcanzados en la Transición mediante un nuevo pacto entre la izquierda y el nacionalismo, lo que ha permitido a Rodríguez Zapatero obtener "apoyos" para poder gobernar a cambio de pagar un importante "precio" y de tratar a los ciudadanos como si fueran "menores de edad", decidiendo por ellos "sin consultar".

"Lo demuestra el Estatuto de Cataluña. Ha impuesto una idea de España que choca con la Constitución y lo ha hecho contando con el 35 por ciento de los ciudadanos de una comunidad. Como español y demócrata, no me satisface", reconoció.

Tras recalcar que seguirá utilizando los medios que el Estado de Derecho pone a su alcance para oponerse a ese "cambio", incluyendo el recurso ante el Tribunal Constitucional, criticó que Zapatero continúe "parapetado" en sus socios parlamentarios y que prefiera contentarles a ellos y comenzar una "deriva territorial contraria" a lo que sucede en el resto de Europa, especialmente en Alemania. "Estamos sentando las bases para hacer inviable al Estado a no muy tardar, rompiendo la solidaridad entre las comunidades autónomas", sentenció.

"ESPAÑA NO SE HA ROTO, PERO PUEDE SER INVIABLE"

"Estamos en el brochazo y la gran demagogia. Dicen 'no se rompe España'. No, no se ha roto, evidentemente. Pero yo digo que no en mucho tiempo vamos a tener un Estado inviable y nos vamos a ver avocados a hacer cosas que están haciendo otros --adujo--. Como en otros momentos de la historia, volvemos a las andadas e insistimos en ir contra la marcha de Europa".

En este contexto, sacó a colación que instituciones como el Consejo de Estado han advertido de que España no puede convertirse en un "Estado difuso" que se encuentre "atrapado dentro de una madeja de intereses autonómicos" que terminen por impedir la solidaridad entre territorios. "La soberanía española tiene que sentirse sobre el conjunto del territorio. Ha de aplicarse como una capa de pintura homogénea sobre toda España y no a retazos que dejen parte de ella sin pintar", dijo.

Según Rajoy, es momento de evitar la "mutación confederal" que algunos pretenden y garantizó que el PP buscará hacer más fuerte todo lo que pueda unir a los españoles, además de salvaguardar el concepto de nación española o la igualdad de derechos, entre otras cosas. "Queremos, en suma, una España respetuosa con la pluralidad, pero que sea una realidad unitaria, con músculo, para atender los intereses de todos", remachó.

ESPAÑA: UN PROYECTO COLECTIVO "DE TODOS" Y DEL PP

En ese momento del discurso, Rajoy apeló a una mayoría de ciudadanos que, como el PP, quieran hacer de España un "proyecto colectivo" y de "todos": "Queremos contar con la voz de todos los que creen y sienten España. Por eso, nuestro programa electoral para las próximas generales apelará directamente al pueblo español en estos asuntos. Lo hará así porque únicamente el pueblo tiene derecho a decidir sobre su futuro colectivo. En eso consiste la soberanía", resumió.

El presidente de los 'populares' garantizó que él no dará por "supuesta" la opinión de los españoles, porque su talante no consiste en "taparles la boca", y aseguró que se someterá a la "voluntad del pueblo". "Mi compromiso es firme y mi propuest en ese programa electoral se detallará con claridad (...). Afirmaré la unidad de España, la soberanía nacional, la necesidad de que sea un Estado viable, con competencias, con funciones, con recursos y libre, sin condicionantes (...). Afirmaré la igualdad de derechos y obligaciones y que la cohesión social y territorial son principios básicos para España".

Para Rajoy, plasmar todos esos principios en su programa electoral será la forma de permitir a los ciudadanos que puedan pronunciarse sobre ello a través de unas elecciones y de que dejen constancia de que España no es "emoción retransmitida, sino un proyecto colectivo". "Y España y la libertad, dos palabras menospreciadas por Zapatero en estos años y que se echan de menos, serán el eje de nuestras propuestas", concluyó.

Contenido patrocinado