Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:48

    BARCELONA, 23 (EUROPA PRESS)

   El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido este miércoles desde Barcelona --ciudad que ha elogiado como ejemplo de integración y que ha definido como honra de España-- de que "en el siglo XXI es imposible sobrevivir al margen de una sociedad internacional cada vez más interdependiente", y ha defendido que lo moderno es la unión y no la disgregación.

   En su discurso de inauguración del I Foro Económico del Mediterráneo Occidental --que se celebra en el marco del 'Diálogo 5+5' reúne a Portugal, España, Francia, Italia y Malta con Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia--, ha subrayado que "la mejor vía para alcanzar la prosperidad y el bienestar es el entendimiento y el comercio abierto".

   "Si algo nos enseña la Historia es que estamos mejor en el encuentro que en el desencuentro, en la cercanía que en el alejamiento, en la cooperación que en los esfuerzos aislados", ha afirmado en un discurso, que ya no ha seguido el presidente de la Generalitat, Artur Mas, tras un nuevo desencuentro protocolario entre el Govern y el Estado.

   Después de que no frutificasen las negociaciones entre el Govern y el Estado para que Mas pudiese intervenir en el acto, el presidente de la Generalitat se ha limitado a recibir en el Palau de Pedralbes a los ministros de Asuntos Exteriores y a Rajoy, con quien se ha saludado fríamente, aunque han departido brevemente después y han sido algo más distendidos.

   El presidente del Gobierno ha esgrimido en su discurso que "el signo de los tiempos es la integración y no el aislamiento", y ha argumentado que los líderes políticos, económicos y empresariales tienen la responsabilidad y la obligación de defender y fomentar la integración y la solidaridad entre países.

   "SUMA DE IDENTIDADES"

   El dirigente popular, que ha intervenido tras el secretario general de la UpM, Fathallah Sijilmassi, y de los ministros de Exteriores de Portugal y Mauritania, Rui Machete y Ahmed Ould Teguedi --copresidentes actuales del 5+5--, ha iniciado su discurso ensalzado Barcelona como un lugar "donde las identidades se suman y los arraigos se comparten".

   Rajoy, que ha asegurado que todos los españoles sienten Barcelona como "honra de España", ha reivindicado la capital catalana como un ejemplo del Mediterráneo y de la convivencia entre pluralidad, cosmopolitismo y apertura, siendo capaz de combinar en una misma ciudad un carácter fiel a su identidad y raíces con una personalidad abierta e integradora.

   Ese ejemplo le ha servido para situar el Mediterráneo como paradigma de una región en la que las personas y las identidades han sabido ponerse en contacto y converger sin renunciar a lo que son: "Barcelona es ejemplo de esa suma, de tantas aportaciones que pueden armonizarse positivamente en un proyecto común que no excluya a nadie".

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