VALLADOLID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Valladolid reanudará el próximo viernes el juicio contra el vallisoletano Benito E.H, a quien la Fiscalía de Valladolid solicita provisionalmente 5 años de cárcel por un delito de tentativa de asesinato cometido el 24 de agosto de 2004 sobre un bebé de 5 meses a quien, presuntamente, dejó en estado de coma tras estamparle contra el marco de una puerta para que dejara de llorar.
La vista se inició el pasado día 13 de septiembre pero hubo de suspenderse debido a la incomparecencia de un testigo clave, Florentino E.R, sobre todo después de que tanto la madre de la niña y pareja de Benito E.H, María del Carmen S.P, como el padre del procesado aprovecharon su declaración para sembrar las dudas sobre la posibilidad de que el autor de las lesiones sufridas por el bebé fuera el no compareciente, un alcohólico amigo de la pareja que acostumbraba a estar en su casa y a veces se ocupaba de cuidar a la víctima, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
De hecho, el padre del acusado relató que el propio Florentino llegó a confesarle que había sido él quien había golpeado varias veces a Amara porque no cesaba de llorar, pese a lo cual el primero ni siquiera lo denunció a la policía.
Por su parte, en aquella primera sesión el acusado se declaró inocente aunque reconoció que varios días antes de la hospitalización de la criatura la cabeza de ésta se golpeó fortuitamente cuando la llevaba en brazos por el pasillo.
El procesado aseguró que jamás maltrató a la hija de su compañera sentimental y tan sólo hizo referencia a un hecho "accidental" ocurrido el día 21 de agosto de 2004 en el piso que la pareja compartía en la calle Marqués de Santillana cuando Amara, que así se llama la niña, se "movió como una culebra" en el instante en que la portaba en brazos por el pasillo y no pudo evitar que impactara con su cabeza contra el marco de la puerta.
El golpe, como así puntualizó en su declaración ante la Audiencia Provincial, no fue excesivamente fuerte y, además, quedó amortiguado por su mano, que le cubría la totalidad de la cabeza. "Lloró un poco pero la examinamos y vimos que no tenía nada", aseguró Benito, quien no se explica las graves lesiones, entre ellas la fractura parietoccipital, que presentaba el bebé cuando ingresó tres días más tarde, la noche del 24, en el Clínico Universitario de Valladolid.
Respecto de ese día, el procesado recordó que sobre las 20 horas él y su novia se presentaron en el hospital puesto que la niña había vomitado tras la toma del biberón y sufría una gastroenteritis, como así les explicaron luego en el centro. Más tarde, sobre las 23 horas, la pareja y Amara, que iba dormida, regresaron a casa y fue cuando, según apuntó el imputado, se encendieron todas las alarmas tras comprobar la madre que la cría permanecía rígida y como muerta en la cuna.
"Me estaba cambiando en la habitación cuando mi pareja, que había ido al salón para dar el suero a Amara, comenzó a gritar la niña se nos muere", con lo que ambos optaron entonces por llamar a una ambulancia y trasladar al bebé nuevamente hasta el hospital.
"SINDROME DEL NIÑO ZARANDEADO"
Su novia, María del Carmen S.P, corroboró todo lo dicho por el anterior y, al igual que él, negó que Amara sufriera continuos episodios de maltrato, a pesar de que solía lucir hematomas en su cuerpo. Tal circunstancia, sin embargo, fue achacado a que el bebé tenía la piel muy sensible y era proclive a que aparecieran cardenales ante cualquier movimiento brusco. "Los médicos nos dijeron que eran naturales porque presentaba el síndrome del niño zarandeado", aseguró la madre.
Inicialmente, la acusación pública pide para Benito E.H, de 31 años, una pena de 5 años de cárcel por delito de tentativa de asesinato, amén del pago de una indemnización de 4.830 euros en favor de la niña, que desde el día de los hechos se encuentra bajo la custodia de la Junta de Castilla y León.