Remodelación.- Los nuevos consellers prometen el cargo en ausencia de los cesantes de ERC e ICV y se quedan sin brindis

Actualizado: viernes, 21 abril 2006 15:35

BARCELONA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los seis nuevos consellers del Gobierno de la Generalitat tomaron hoy posesión en el Saló Sant Jordi del Palau de la Generalitat rodeados de sus familias y de los líderes de sus respectivos partidos pero con la ausencia inédita de la mitad de los consellers salientes, Joan Carretero y Carles Solà de ERC, y Salvador Milà de ICV. Sólo Caterina Mieras, Antoni Siurana y Josep Maria Rañé, todos ellos del PSC, que se prestaron a hacer un "último servicio" dejando espacio a los fotógrafos.

Además, los "nuevos", como les llamó Maragall, se quedaron sin la tradicional foto de familia del nuevo Gobierno al completo, que se realizará el próximo martes aprovechando la reunión del Consell Executiu, y sin brindis con sus compañeros de Ejecutivo. Sí hubo foto de los nuevos consellers con el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el 'conseller primer', Josep Bargalló, antes de que el presidente abandonara Palau para completar su agenda del día en Tarragona tras un pequeño aperitivo.

El acto comenzó pasadas las 10 horas con el Salón Sant Jordi repleto y bajo la atenta mirada del presidente del Parlament, Ernest Benach, presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós; el portavoz del PSC, Miquel Iceta, y su secretario de organización, José Zaragoza. También acudieron a la cita los portavoces de ERC e ICV en el Congreso, Joan Tardà y Joan Herrera, así como el alcalde de Barcelona, Joan Clos, el delegado del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Manuel Royes, y el delegado de la Generalitat en Madrid, Santiago Torres.

Tras un picar de palmas para pedir silencio de Maragall, el primero en prometer "cumplir las obligaciones del cargo dentro de la legalidad y lealtad al presidente de la Generalitat" y recibir la "enhorabuena" de Maragall fue Xavier Vendrell (ERC) como conseller de Gobernación y Administraciones Públicas, seguido por Ferran Mascarell (PSC) como conseller de Cultura; y Jordi William Carnes (PSC) como conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca.

El abuelo de Carnes, de origen escocés, no escondió su emoción y dejó oir un sonoro "congratulations" que causó estupor entre los consellers "veteranos" --calificativo atribuido por Maragall--, ya que no conocían el origen de la exclamación.

CASTELLS CESADO POR ERROR.

A continuación fue el turno de Jordi Valls (PSC), conseller de Trabajo e Industria; y Francesc Baltasar (ICV) como conseller de Medio Ambiente y Vivienda, aunque, por error y ante la sorpresa de todos los presentes, el secretario general de Presidencia, Ramon García Bragado, había anunciado que ocupaba el cargo vacante de conseller de Economía.

Antoni Castells no pudo evitar manifestar su estupor por el "cese" anunciado y, una vez solventado el error, se fundió en un cerrado con Baltasar cuando éste se sumó al grupo del nuevo Gobierno. De hecho, el propio 'conseller primer', Josep Bargalló, se atrevió a confesar que, a pesar de la experiencia en superar crisis, no se veía capaz de asumir ese golpe.

El último en tomar posesión fue el nuevo conseller de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información, Manuel Balcells (ERC), quien tras prometer el cargo y estrechar la mano de Maragall, hizo lo propio con el presidente del Parlament, así como con Carod y Puigcercós, antes de incorporarse al grueso del Ejecutivo.

CARAS LARGAS EN ICV Y DIVISIÓN DE OPINIONES EN ERC.

Tras el acto, cerrado por las palabras de Maragall y un discreto aplauso de los presentes, el aperitivo sirvió para comprobar las caras largas de Joan Saura, que hoy acudió sin corbata, molesto por el cese de Salvador Milà, y que contrastaba con la euforia de su sustituto. Entre los consellers de ERC había división de opiniones entre los afectados por el cese de Joan Carretero y los que consideraban una victoria el hecho de haber impuesto a Xavier Vendrell como sustituto.

Sí admitieron el "malestar" de Carretero, no tanto por su relevo, como con el partido y especialmente con su secretario general, Joan Puigcercós. Carretero se quedó hoy en Puigcerdà por lo que no habrá traspaso de cartera con Vendrell, a diferencia del resto de consellers, incluido Milà, que esperaba a su sustituto en la conselleria.

CINTURA Y MUCHAS HORAS.

Maragall departió con consellers cesantes, especialmente con Antoni Siurana, y con los entrantes y ofreció los primeros consejos a alguno de ellos. En presencia de Bargalló y Huguet, advirtió al nuevo conseller de Universidades, Manel Balcells, de las dificultades del cargo, de la necesidad de "tener cintura" y de "las horas de trabajo". Huguet confirmó las palabras de Maragall, a lo que el nuevo conseller respondió con un expeditivo "el trabajo no me asusta".

Otra de las preocupaciones de Maragall fue comprobar que el aperitivo dispuesto en el Pati dels Tarongers fuera del agrado de los asistentes, aunque alertó de la "cantidad de proteínas terrible" que llevaba la coca del Pallars que se sirvió.

Todos los consellers entrantes hicieron su primera comparecencia pública ante la prensa en el mismo Palau de la Generalitat, a excepción de Ferran Mascarell, que aprovechó el relevo al frente de la Conselleria de Cultura con Caterina Mieras para haber su primera rueda de prensa en la sede de su departamento.