MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Administraciones Públicas del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Julio Padilla, afirmó hoy que el ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha sido un "ministro virtual, porque ninguno de los proyectos que ha acometido en el Ministerio se traducirá en realidades futuras", al tiempo que subrayó que "sus proyectos nunca pasaron de eso, de ser proyectos".
En este sentido, subrayó que "sólo se le ha visto y oído navegando sin rumbo en la reforma estatutaria, esto es, añadiendo confusión a esa reforma que nadie sabe quién pilota, pero él desde luego no, y además ha quedado claro que no fue su cometido".
Asimismo, destacó la "nula gestión" del ministro saliente, que deja un Estatuto Básico del Empleado Público que "no está a la altura de lo que debe ser la legislación básica de la función pública ni de la normativa que sustituyó, y que ya ha generado confusión, crítica y contestación desde diversos sectores de los funcionarios".
Por otro lado, explicó que la Ley de Agencias, que fue "su gran apuesta, se ha quedado en una difusa y escuálida agencia de evaluación de los servicios públicos". "En la reforma de las agencias públicas, un año después de aprobarse la Ley, solamente se aprecia un gran vacío", agregó.
REFORMA LOCAL
Para el portavoz popular, el ex-ministro "abandonó y claudicó en la gran reforma territorial pendiente, que es la reforma local, la de los ayuntamientos y su financiación", ya que "no fue capaz de avanzar en esta importante reforma ni de llevar al Parlamento el proyecto de ley que anunció desde el principio de legislatura".
"Entendemos que todo ha obedecido, de una parte, a su falta de entidad dentro del Gobierno y, de otra, a que la crisis territorial desatada por la reforma estatutaria no permite en este momento saber qué reforma municipal podría realmente abordarse, y cómo podría resolverse el tema pendiente de su financiación, ya que nadie ha planificado cuál era la reforma territorial, sencillamente se han ido dando bandazos en función de quien gritaba más", aseveró.
En cuanto a la ministra entrante, Elena Salgado, señaló que es "patente" que no tuvo "ninguna relación" con la Sanidad, salvo el "cuidado de su propia salud y de su familia" y recalcó que ha sido una ministra "que traspasó su propio ámbito para condicionar materias y realidades ajenas", como se vio en "su desordenada relación con el mundo del vino, mucho más allá del aspecto de la salud, la cual es la definición de la peor parte de su gestión".
Padilla subrayó que espera que en Administraciones Públicas Salgado "comprenda cuál es exactamente su papel y el ámbito real de su responsabilidad, pues le queda el duro trabajo de enderezar las líneas torcidas de Sevilla y afrontar, si es capaz, la revitalización de nuestra administración local, que es la que más lo necesitaba y que ha sido la gran olvidada del Gobierno de Zapatero, y también tiene oportunidad de exhibir su talla política poniendo orden el gallinero de la financiación autonómica".