AVILÉS 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los Reyes de España han inaugurado oficialmente el curso escolar 2006-2007 en la localidad asturiana de Avilés con una llamada a la sociedad para que se involucre en la educación. Durante su discurso, el Rey Juan Carlos señaló que "la tarea educativa incumbe también, y de modo primordial, a las familias".
"La familia y la escuela deben caminar unidas", añadió, al tiempo que instó a una mayor implicación en la Educación "de los medios de comunicación y la sociedad", además de las Administraciones públicas.
El monarca inició su intervención en el acto de inauguración oficial del curso, en el instituto Carreño Miranda de la ciudad asturiana, proponiendo un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, "y de todas las víctimas del terrorismo, siempre cruel e injustificado, contra el que debemos expresar nuestra condena y repulsa".
Tras el recuerdo por el quinto aniversario de dichos atentados, el Rey inició un discurso en el que también señaló la necesidad de que la educación asuma "cada vez más el mundo interdependiente en el que vivimos", y en el que ha de jugar un papel "nuestra identidad como españoles, indisociable de nuestra dimensión europea, iberoamericana y mediterránea".
Juan Carlos I destacó el "la plena identificación y el compromiso permanente de la Corona con el mundo de la Educación". Dicho lo cual, resaltó el carácter que la educación tiene como "elemento vertebrador de la sociedad, en la adquisición de conocimientos y en la asunción de valores".
Para los Reyes de España, la educación "contribuye a superar la pobreza, la marginalidad y la exclusión social", así como "la conciencia de protección del medio ambiente o de conservación de la salud".
En definitiva, según el monarca, "la educación es una de las herramientas esenciales para hacer efectiva la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos, y para asegurar que sigamos construyendo el futuro siempre mejor para España, que todos deseamos".
De ahí que, además de conocimientos y mecanismos para el acceso al empleo, Juan Carlos I apostó por un sistema educativo que aporte "aquellas virtudes personales ligadas al esfuerzo y a la constancia, así como los valores y principios que consagra nuestra Constitución".
El Rey también se dirigió durante el discurso a la comunidad educativa, y en especial "a la insustituible labor que desempeña nuestro profesorado, sin cuya tarea diaria, no exenta de dificultades, sería impensable la acción educativa".
Así, el Jefe del Estado quiso "rendir un homenaje"" a "los profesores, quienes con admirable esfuerzo, dedicación y sacrificio, se entregan a la educación y formación de nuestros jóvenes para hacer de ellos personas de bien".
En ese punto, el Rey aludió a la implicación en la tarea educativa de las familias, y expresó su reconocimiento "a la abnegación que entraña para las familias el poder compaginar el cumplimiento de las obligaciones que nos impone la vida moderna, con la atención que requiere la educación de los hijos".
A esas dos esferas (comunidad educativa y familias), Juan Carlos I sumó la necesaria implicación, "no sólo de las Administraciones e instituciones", sino también "de los medios de comunicación y del conjunto de la sociedad" para que "contribuyan a apoyar con generosidad la mejor y más amplia educación de nuestros jóvenes".
Los Reyes de España inauguraron así el nuevo curso lectivo en la enseñanza no universitaria. Previamente, acompañados del Presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces, y de la Ministra de Educación, Mercedes Cabrera, recorrieron las instalaciones del colegio público Enrique Alonso y del instituto Carreño Miranda, donde se desarrolló el acto institucional. Durante la visita, los monarcas departieron con profesores, alumnos y responsables de ambos centros, y procedieron a firmar en los respectivos libros de honor.
En trayecto que separa ambos centros de enseñanza, unos doscientos metros, los monarcas fueron saludados y vitoreados por decenas de personas. En el momento en el que el Rey procedía a descubrir una placa conmemorativa, en el centro de enseñanza secundaria, un grupo de jóvenes lanzó 'vivas' a la República mientras varios de ellos enarbolaban banderas republicanas. Los integrantes de dicho grupo fueron reducidos e identificados por agentes de la Policía Nacional sin que se produjeran mayores incidentes.