MADRID, 12 Mar. (OTR/PRESS) -
Los Reyes presidieron ayer la inauguración oficial del Monumento a las Víctimas, ubicado frente al edificio circular del AVE en la estación de Atocha de Madrid, con motivo del tercer aniversario de la masacre terrorista. De riguroso luto, Don Juan Carlos y Doña Sofía depositaron una corona de laurel con una cinta con los colores de la bandera de España a los pies del monumento. El sobrio acto que se caracterizó por el silencio y el recuerdo a los fallecidos y afectados por los atentados, tuvo varios momentos de tensión con la muestra de varias pancartas y los gritos e insultos al Ejecutivo anterior por la gestión política de los atentados.
La composición musical 'El Canto de los Pájaros', de Pau Casals, interpretada por el violonchelista Antonio Martín Acevedo, ha protagonizado junto a tres minutos de silencio el acto de homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo en Atocha. Tres años después, la música ha sido la protagonista de una breve ceremonia que ha servido para presentar la escultura de vidrio de 11 metros de altura situada en la Plaza de Atocha que recuerda a las víctimas.
La breve ceremonia que comenzó entorno a las 11.45 horas y que no tuvo discursos estuvo presidida por los Reyes Don Juan Carlos y Doña sofía a los que acompañaron los Príncipes de Asturias. Al acto también acudieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el líder de la oposición Mariano Rajoy.
Esta es la primera vez que coinciden Rodríguez Zapatero y Rajoy, tras la manifestación del sábado en Madrid y la semana de continuos enfrentamientos entre ambos a causa de la decisión gubernamental de conceder prisión 'atenuada' para el etarra Iñaki de Juana Chaos. No obstante, los líderes de los dos principales partidos se limitaron a saludarse con un breve apretón de manos durante los saludos protocolarios al finalizar el acto.
También estuvieron presentes representantes de las más altas instituciones del Estado como los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo, respectivamente, así como la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando. También acudieron varios miembros del Gobierno de Zapatero como los dos vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes, y los ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Fomento, Magdalena Álvarez; de Defensa, José Antonio Alonso; y de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, entre otros.
En el acto de Madrid también se encontraban responsables de los principales partidos políticos (algunos del PP con un lazo azul en la solapa), así como el líder de IU, Gaspar Llamazares, o el senador del PNV Iñaki Anasagasti, y casi un millar de víctimas y familiares, que se situaron en unas sillas habilitadas delante del monumento para que pudieran asistir al acto.
LA CUPULA DE VIDRIO
A su llegada, los Reyes y los representantes institucionales se trasladaron hasta el vestuario principal de la estación de Atocha para visitar una sala, que forma parte del monumento junto a la cúpula irregular de vidrio exterior, en la que pueden leer los mensajes de condolencia y solidaridad que miles de personas escribieron y depositaron en los lugares donde tuvieron lugar las explosiones tras los atentados.
Posteriormente, las autoridades y el público asistentes guardaron tres minutos de riguroso silencio ya en el exterior del monumento, que dieron paso a la música. Antonio Martín Acevedo interpretó con un violonchelo 'El Cant dels Ocells' (El Canto de los Pájaros), la misma pieza con la que el músico Pau Casals deleitó a la ONU cuando fue reconocido como 'hombre de paz' en 1971 y que ha servido de 'banda sonora' para actos como la inauguración, el pasado año, del 'Bosque del recuerdo', también en homenaje a las víctimas.
Tras la breve y sencilla ceremonia, los Reyes y los Príncipes saludaron a los representantes institucionales en el protocolario pasamanos que puso fin al acto y, en contra de lo previsto en un primer momento, a varias de las víctimas que participaban en el mismo.
PANCARTAS Y GRITOS
El sobrio acto, que apenas duró unos diez minutos, se caracterizó por el silencio y el recuerdo a los fallecidos y afectados por los atentados. No obstante, una de las víctimas que presenciaba la inauguración del monumento enseñó en un momento del acto una pancarta contra la gestión política de los atentados de los entonces ministro de Interior, Angel Acebes, y el presidente del Gobierno, José María Aznar. En la pancarta se podía leer: '11-M. Acebes, prisión por negligencia criminal. Aznar, proceso en el Tribunal Internacional de la Haya'. Este acto de protesta provocó enfrentamientos entre los asistentes al acto, divididos entre quienes le recriminaban por la acción y quienes la apoyaban.
A pesar de que el acto homenaje se desarrolló con sobriedad y sin incidentes de importancia, la llegada del presidente del Gobierno a las inmediaciones del monumento fue recibida, igualmente, con división en la zona de las víctimas. Aunque la mayoría aplaudió al jefe del Ejecutivo, también se pudieron oír algunos gritos de 'fuera, fuera'. Más graves fueron los insultos proferidos al presidente del Gobierno tras la inauguración, llamándole "cabrón" e "hijo de puta".
No ocurrió lo mismo con la llegada de los coches oficiales en los que viajaban los Reyes y los Príncipes de Asturias y de los autobuses que trasladaban a las víctimas, que fueron recibidos con sonoros aplausos por los centenares de personas que se congregaron en los alrededores de la Glorieta de Carlos V.