Ridao (ERC) cree que el Estatut es una "batalla perdida" y apuesta por "internacionalizar la causa catalana"

Actualizado: martes, 9 octubre 2007 17:02

Dice que el Gobierno está más preocupado por el nacionalismo que usa las urnas que el que utiliza las armas

BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de ERC y candidato a las elecciones generales, Joan Ridao, opinó hoy que el Estatut es una "batalla perdida", por lo que apostó por conseguir una mayoría política y social para ejercer el derecho a decidir con el amparo de la Unión Europea (UE). "Es necesario internacionalizar la causa catalana", aseguró.

Ridao, que presentó hoy su libro 'El Plan B. La estrategia hacia la soberanía', puso como ejemplo el caso de Montenegro y Serbia, donde la UE "no tuvo más remedio" que poner fecha a un referéndum y fijar unas condiciones ante la mayoría existente en la zona.

Según él, en Cataluña, tras el "fracaso" de la vía estatutaria, "el derecho a decidir debe ser el eje de acción política de ERC" mientras se va conformando una mayoría política y social que opte por la independencia. Ante ese nuevo "desafío" catalán, "el Estado español ya vendrá a hablar y la UE intervendrá", pronosticó.

En este sentido, se mostró sorprendido por que el Gobierno "esté más preocupado por el nacionalismo que se expresa a través de las urnas que por el que se expresa a través de las armas", en referencia a la consulta popular propuesta por el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Pero hasta que no se produzca esa situación --dijo--, Ridao abogó por "construir Estado desde el Govern" y por buscar complicidades en la sociedad civil desde una "posición unitaria de los partidos".

Respecto al Estatut, Ridao afirmó que "la primera obligación" del Ejecutivo catalán es su despliegue aunque sea un instrumento recortado por el Gobierno porque "España no estaba madura para eso".

ERC, PARTIDO DE GOBIERNO.

El republicano defendió que desde el Govern hay "mucho más trabajo que desde la oposición" e indicó que es necesario "operar un cambio" en la mentalidad independentista para adoptar posiciones "más pragmáticas".

Admitió que si el independentismo renunciase a participar de los gobiernos seguramente tendría una posición más "confortable" y electoralmente sería "más rentable a corto plazo", pero Cataluña "no avanzaría tanto", subrayó.

Remarcó, además, que ni siquiera los elementos críticos de su partido cuestionan que ERC deba o no estar en el Ejecutivo catalán, sino que plantean replantear el pacto de gobierno.

En referencia a las propuestas concretas de estos movimientos críticos, subrayó que no comparte que se deba priorizar el eje nacional, pues precisamente la compatibilización de los ejes social y nacional es la "gran aportación" que ha hecho ERC a la política en los últimos años.

HOJA DE RUTA HACIA LA INDEPENDENCIA.

El libro de Ridao repasa los antecedentes de la situación actual catalana, haciendo hincapié en el fracaso de la vía autonomista, "una oportunidad perdida" pero también el momento para tomar conciencia de que la "prueba del algodón federal" no ha funcionado.

A partir de este diagnóstico y de la constatación de que el modelo territorial del PSOE presenta una "coincidencia más que sospechosa" con el del PP, debe comenzar la construcción nacional "buscando la máxima inclusión" aún antes de tener la mayoría social. "El gran objetivo del catalanismo del siglo XXI es ser de masas", apuntó.

Como medidas concretas a corto y medio plazo, Ridao apostó por la movilización social, por la máxima unidad de los partidos catalanes --puso como ejemplo la fuerza de los diputados catalanes en el Congreso-- y por la recuperación de las "piezas perdidas el 30 de septiembre" a través de acuerdos bilaterales en materias como el sistema de financiación.

Más a medio y largo plazo, abogó por ir construyendo espacios de soberanía a través de la mejora del bienestar, el aumento de la presencia internacional catalana y la potenciación de la identidad "sin complejos".

Ridao hizo hincapié en que el mercado español sólo es el dos por mil del total, por lo que vio necesario desconectar "en lo económico" de España y abrir mercados en todo el mundo.

El resultado final de todo este proceso, según el portavoz republicano, debería ser la consecución de la mayoría que permitiese ejercer el derecho a decidir.

Ridao admitió que, en estos momentos, esa mayoría no existe, pues sólo un 15% de los catalanes votan independentismo y ERC "tampoco fue capaz de fidelizar a su electorado" en el referéndum del Estatut. Por ello, apostó por "seducir", por lo menos, a más de la mitad de los catalanes, con los 1,2 millones que se declaran de centro izquierda y más cercanos a Cataluña que a España como primer objetivo.