TAMPERE, 21 Sep. (EUROPA PRESS/Eva Cantón) -
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, negó hoy rotundamente que su Departamento haya falsificado documentos sobre el 11-M tal y como publica hoy el diario 'El Mundo' y anunció que ha pedido a los servicios jurídicos del Estado que estudien si la noticia puede ser objeto de acciones judiciales.
"El ministerio del Interior no ha falsificado jamás un documento. Jamás. Es rotundamente falso", declaró Rubalcaba al ser preguntado por este asunto en Tampere, donde asiste a la reunión informal de ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea.
"En segundo lugar los documentos que obran en mi poder, que son los mismos que tiene el Juzgado puedo, una vez más, decir que no existe ninguna relación entre ETA y el 11-M. Ninguna relación", añadió el titular de Interior.
También dijo que ha ordenado a la Comisaría General de Información que saque "una nota explicativa de la noticia en cuestión y también ha pedido a los servicios jurídicos del Estado que estudien si la noticia, tal y como se presenta, "puede ser objeto de acciones judiciales por parte del ministerio y del Gobierno en su caso"
RAJOY EXIGE AL GOBIERNO UNA EXPLICACIÓN
Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, cree "evidente" que el juez que investiga los atentados del 11-M en Madrid ha recibido un documento policial "amputado" y exigió al Gobierno, al Ministerio del Interior, explicaciones inmediatas o demostrará "mala intención". "Si uno no tiene nada que ocultar, está tranquilo, lo normal es que esto se pueda investigar", agregó. "A los jueces hay que darles todos los datos útiles", exigió.
En declaraciones a Onda Cero, Mariano Rajoy expuso que el juez que instruye el caso, Juan del Olmo, ha recibido un documento policial "al que se le ha amputado una parte", como publica hoy El Mundo, que añade que con ello se oculta al juez lazos entre el 11-M y ETA. "Es evidente que hay un documento al que se le ha amputado una parte, no sabemos quién ni el porqué, que al juez se le ha entregado otra cosa que se convierte en algo sin valor. Es obligado que el Ministerio del Interior explique por qué se ha hecho eso", añadió.
El dirigente popular rechazó que se le pueda achacar a su partido mala intención por introducir estas cuestiones en el debate parlamentario y acusó de actuar como "inquisidores" a los grupos del Congreso por el acuerdo de bloqueo que anunciaron ayer. "No tiene precedentes en el parlamentarismo democrático", dijo. "Se erigen en jueces de aquello que se puede hacer en el Parlamento, cualquier día nos dicen que no se puede debatir sobre inmigración porque le perjudica al Gobierno", interpretó, para asegurar que desde el principio de la legislatura, a su juicio, se quiere marginar al PP.
Rajoy agregó sin embargo que esta situación no es nueva, a su juicio, y que "las críticas eran brutales" también cuando salió a la luz el GAL o casos de corrupción. "Para evitar estas cosas hay que ser transparente. ¿Por qué no investigar esta noticia que se publica hoy?", insistió. "No voy a decir una cosa que no puedo probar, sólo pido que esto se investigue. Las motivaciones del Gobierno para que no se dé explicaciones, él las sabrá. Si uno no tiene nada que ocultar, está tranquilo, lo normal es que esto se pueda investigar".
El dirigente popular reiteró que su partido "tiene la obligación, no el derecho" de exigir que se aclaren cuestiones como esta. "¿Va a ser al final el Gobierno el que diga sobre qué tiene que opinar y pronunciarse la oposición?", inquirió.
Mariano Rajoy explicó que la posición de su partido en el Congreso, insistiendo sobre la investigación del 11-M, se debe a que el Ministerio de Interior "no responde por escrito" a las preguntas del PP y a que el ministro "no quiere comparecer". Y el origen profundo de todo, argumentó, es que la comisión de investigación sobre el 11-M "se cerró mal y todos los días se están produciendo nuevos datos y acontecimientos y la oposición tiene obligación de preguntar".
