MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, está convencida de que si el PSOE vuelve al Gobierno no derogará la reforma del Tribunal Constitucional (TC) recién anunciada para que este tribunal pueda sancionar a quienes no cumplan sus decisiones.
Aunque el PSOE ha anunciado este martes que recurrirá la reforma ante el propio TC, la vicepresidenta ha apostado que incluso con recurso darán la razón a los argumentos del PSOE, porque cuando el tribunal se pronuncie querrán que su resolución se cumpla.
En una entrevista en La Sexta recogida por Europa Press, ha defendido el procedimiento utilizado en el Congreso para acelerar la tramitación de esta reforma, calificándola el presidente de la Cámara en agosto, y ha avisado al PSOE de que es el mismo que se utilizó en 2011 para aprobar la reforma del artículo 135 de la Constitución.
Además, "al margen de las formas", se ha preguntado si hay alguien que esté en contra de que se cumplan las decisiones judiciales y ha recordado que esa es precisamente una de las quejas de los ciudadanos sobre la justicia.
Sáenz de Santamaría ha negado que el Ejecutivo quiera que sean los tribunales los que actúen contra el presidente catalán, Artur Mas --si vuelve a ganar las elecciones autonómicas e impulsa un proceso de independencia-- y así evitar ser el primer Gobierno en recurrir al artículo 155 de la Constitución, que le permitiría obligar a Cataluña al "cumplimiento forzoso" de la ley. El artículo, ha dicho, está ahí, y él mismo establece los supuestos en que se puede utilizar, y además requiere el aval del Senado.
Según ha dicho, no ha recibido quejas de miembros del Tribunal Constitucional quejándose por el incumplimiento de sus sentencias --la semana pasada el portavoz parlamentario 'popular', Rafael Hernando, dijo que la había habido en privado-- y ha atribuido la reforma a que se ha querido desarrollar los mecanismos de ejecución del TC.
Por otro lado, ha opinado que dentro del propio PSOE tampoco hay unidad de criterio sobre la reforma de la Constitución, el carácter federal del Estado y el reconocimiento de las singularidades catalanas.
DISCREPA DE FELIPE GONZÁLEZ
En este punto, ha dejado claro que no está de acuerdo con la posición del expresidente socialista Felipe González de que se reconozca a Cataluña como nación --y ha apuntado que tampoco lo está todo el PSOE--. "Queremos una Cataluña tan plural como otros reclaman que lo sea España", ha dicho.
En la misma línea, ha insistido en su posición de que en estos momentos no se dan las circunstancias para hablar de una reforma de la Constitución porque "tiene que haber consenso en el punto de salida y en el objetivo". La vicepresidenta ha negado que el PP paralizase este verano el debate sobre la reforma constitucional por motivos electorales.
UNA "META VOLANTE" PARA EL INDEPENDENTISMO
Como ejemplos, ha dicho que "difícilmente" el PP se pondrá de acuerdo con el PSOE si el objetivo es "reconocer naciones" dentro de España y también se ha preguntado qué le falta a España para ser el Estado federal que propugnan los socialistas.
En todo caso, ha avisado de que una reforma de la Carta Magna no es la solución, porque para los independentistas "cada cosa que obtienen, y más en una reforma constitucional, es siempre una meta volante hacia su meta definitiva".