BARCELONA, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat, Joan Saura, respondió ayer al ministro de Defensa, José Bono, que si finalmente la palabra nación no apareciera ni en el preámbulo ni en el articulado, tal como aseguró hoy Bono, "no habría Estatut" porque sería "un texto descartable completamente para todos los partidos catalanes" que aprobaron el proyecto.
Saura se mostró convencido de que tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como el principal negociador del Estatut por el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, "saben que hay que buscar una solución" a la definición de Cataluña que satisfaga las reivindicaciones catalanas, por lo que descartó que pueda cerrarse un acuerdo bajo los supuestos que planteó Bono.
El presidente de ICV aseguró también no sentir "ninguna preocupación" por las palabras del presidente de Extremadura y 'barón' del PSOE, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, convencido de que su postura es "marginal" dentro de las "posiciones del PSOE".
Ibarra apostó ayer por detener la reforma estatutaria para iniciar un proceso de consenso con el PP sobre el modelo de Estado. Saura consideró que esta postura no tiene visos de prosperar en el Comité Federal del PSOE de este sábado y se mostró, en todo caso, "sorprendido" al constatar que las posiciones del 'barón' socialista "han vuelto al inicio".
Saura señaló que esta propuesta ya la hizo Ibarra al inicio del debate estatutario, pero luego "dijo que no y que habría Estatut", mientras que ahora "vuelve a decir lo que decía al principio".
En cuanto a la negociación que se lleva a cabo hoy en el Congreso, Saura confió en que "el PSOE y el Gobierno hagan una propuesta que se acerque al texto aprobado en el Parlament" tanto en materia de financiación como en la definición de Cataluña, pero reconoció que "es muy difícil" que la reunión de esta semana acabe con un acuerdo global.
"No sé si será posible --el acuerdo-- antes del domingo", señaló, pero desestimó fijarse plazos más allá del que fija "la ley" y que impone buscar un acuerdo en la Comisión Constitucional "entre febrero y marzo", por lo que apuntó que "incluso vamos por delante de los plazos".
Asimismo, criticó la actitud de CiU de estos días señalando que "sigue la estrategia que ya siguió en Cataluña de repetir que las cosas van muy mal y amenazar" con la retirada, pero instó a la federación a tener en cuenta "la oportunidad histórica" ante la que "nos encontramos" con "un Estatut del 90%" del Parlament "y un presidente del Gobierno que quiere que se apruebe".
MARAGALL CREE QUE NACIÓN VA A ESTAR EN EL ESTATUT
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, manifestó ayer su convencimiento de que la definición de Cataluña como nación "va a estar" en el Estatut aunque admitió que "todavía está por ver" la fórmula. No obstante, señaló que "se ha hablado de fórmulas que no son nación, pero lo son, no nos engañemos". Maragall aseguró haberse "negado a mí mismo" pensar en una retirada del Estatut porque "no veo razones" y subrayó que "es mejor no obsesionarse con este escenario para llegar a buen puerto".
Para Maragall, el Estatut es la "salvación" de Zapatero, ya que será "la persona de la que España dirá por fin que el problema catalán y vasco se han resuelto". La solución, añadió, "no está muy lejos, y quienes lo critican lo ensalzarán".