La Audiencia ratifica la primera sentencia del Juzgado de Menores por otro caso de agresión en el mismo instituto
CORDOBA, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Menores de Córdoba ha dictado recientemente una segunda sentencia por la que declara a otro alumno del IES Aljanadic, en Posadas (Córdoba), responsable de un delito de atentado contra un profesor, imponiéndole la medida de 60 horas de prestaciones de servicios en beneficio de la comunidad.
Según informó en rueda de prensa el secretario general del Sindicato Independiente de Empleados Públicos (SIEP) de Córdoba, José Antonio Torres, los hechos que dan lugar a esta segunda sentencia se produjeron el día 9 de febrero de 2005, cuando el menor irrumpió en un aula que no era la suya, por lo que la profesora que impartía clase le invitó a marcharse.
Pocos minutos después, volvió a entrar e interrumpir la clase, marchándose acto seguido, aunque permaneció detrás de la puerta. Al acercarse a ésta la profesora para llamarle la atención por su actitud, el menor sujetó la puerta con fuerza impidiéndole salir y al conseguir ella abrirla, el menor la cerró violentamente atrapándole la mano izquierda de forma deliberada.
La profesora sufrió una herida contusa en el dedo índice de la que sanó en unos ocho días, de la que la ha quedado una cicatriz de un centímetro en la falange del dedo.
RATIFICADA POR LA AUDIENCIA
Además, el director del gabinete jurídico del SIEP, Antonio González, informó también de que la sección segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha dictado sentencia por la que confirma en todos sus extremos la dictada en su día por el Juzgado de Menores de Córdoba sobre otro alumno del mismo Instituto de Posadas, condenado a 75 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad y tres fines de semana de permanencia en su domicilio por un delito de atentado y de falta de lesiones al agredir a un profesor, dándole dos golpes en el pecho.
Los hechos se produjeron en noviembre de 2004 cuando el alumno mantenía un comportamiento "inadecuado, molestaba y alteraba el ritmo normal de la clase". Todo ello, con una actitud "insultante y de menosprecio" hacia el profesor, por lo que le ordenó que se marchara del aula. El adolescente se negó a ello, profiriendo palabras malsonantes mientras que el profesor lo agarró por un brazo y por el hombro para obligarlo a salir, cuando en ese momento el alumno consumó la agresión.
La sentencia de la Audiencia corrobora los fundamentos de la dictada en su día por el Juzgado de Menores cuando afirma que la autoridad del profesor no es meramente académica sino que se extiende a los aspectos materiales mínimos imprescindibles para que la docencia pueda desarrollarse con normalidad.
En ambos casos, el sindicato tramitará ahora, dada la firmeza de ambas sentencias, la correspondiente pieza de responsabilidad civil derivada del delito cometido, del que responden los alumnos y, subsidiariamente, sus padres.
