Seis años de prisión para un camerunés ilegal por violar a una joven en el Parque del Agua de Santander

Actualizado: viernes, 23 junio 2006 14:11

SANTANDER, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a seis años de prisión a Moussa A., un camerunés con estancia ilegal en España, por haber violado a una joven cuando ésta tomaba el sol en el Parque del Agua de Santander, al mediodía del 29 de septiembre de 2004. Además, la Sala condena también al procesado, por el delito de agresión sexual, a indemnizar con 6.000 euros a la víctima.

Los magistrados consideran probado que el acusado abordó el día de autos a la joven, de 25 años, de una manera amistosa en un primer momento, pidiéndola un cigarro y entablando una conversación con ella, marchándose a continuación.

Transcurrida media hora el súbdito camerunés volvió donde la joven, -que estaba tumbada en una toalla-, de forma "sorpresiva" y "tras agarrarla", la llevó a una zona de arbustos, increpándole "ahora vas a ver mi mala cara, te voy a follar" y "si no me dejas te voy a matar".

Aunque la chica forcejeó para evitar la agresión, que no podía ser vista por terceros, el procesado la penetró "dos veces", abandonando a continuación el lugar.

Como resultado de la agresión, la mujer sufrió diversas erosiones y hematomas, "objetivándose en la exploración de los genitales la existencia de fragmentos de hierbas y hojas secas", además de padecer un "estrés postraumático".

En la argumentación de la sentencia, la Sala explica que Moussa A. "ha quedado identificado como el autor material de los hechos", destacándose la investigación que la Policía realizó a través de "las Hermanas de la Cocina Económica", ya que según aseguró en el juicio la víctima, su agresor le mostró en la primera conversación un documento relativo al "comedor" a donde éste iba frecuentemente, que regentan las Hermanas de la Caridad.

Durante la vista oral, celebrada el pasado 31 de mayo, mientras que el procesado negó que hubiera estado nunca en el interior del Parque del Agua (ubicado por detrás de la sede del Parlamento regional), la joven le reconoció, a través de la ranura de un biombo y entre lágrimas, como su violador.