Setién advierte de que "se está mezclando de forma peligrosa" la pacificación y la normalización

Actualizado: martes, 15 agosto 2006 13:57

Asegura que la Iglesia vasca y española deben apoyar "el logro de la paz", que dice ver "cerca"

BILBAO, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -

El obispo emérito de San Sebastián José María Setién considera que existen "motivos para pensar que la paz tiene que llegar" y advierte de que "se está mezclando de forma peligrosa" los ámbitos de la pacificación y de la normalización.

En una entrevista publicada por el diario El Correo, recogida por Europa Press, afirma ver "cerca" la paz "primero con el corazón" y también porque percibe "razones suficientes para pensar que esto tiene que terminar bien". A su entender, en caso contrario, "la frustración" de la sociedad sería "muy grave".

"Siendo razonablemente prudentes creo que hay motivos para pensar que la paz tiene que llegar", insiste el obispo emérito de San Sebastián, que asegura que nunca ha recibido "propuestas concretas" para mediar por la paz y explica que le han llegado cartas amenazantes que nunca ha tomado "en serio".

Tras indicar que no imagina "tanta frivolidad de no ir en serio", advierte, no obstante, de que "todo el planteamiento que se está haciendo sobre pacificación debería suponer una separación en dos mesas o campos. Uno, la supresión de la violencia. El otro, el diálogo político para la normalización".

En este sentido, dice ver "un problema muy grave", en referencia a que "ambas mesas deberían ser dos ámbitos independientes y no lo están siendo", sino que "se están mezclando de forma peligrosa".

En esta línea, señala que, si se separan pacificación y normalización, "no sé dónde está el precio político" y alerta de que, "si planteáramos las cosas así, la solución estaría totalmente viciada de origen". "¿Cualquier paso que se dé en cualquiera de las dos tendencias ha de considerarse como un precio? ¿Por qué un acuerdo que pueda alcanzarse en libertad ha de implicar un precio político?", cuestiona.

José María Setién estima que "no sería tan difícil hablar de paz y reconciliación si no hubiera por medio una dimensión política. Y eso pasa con el sufrimiento de todo tipo de víctimas. Una cosa es el sufrimiento de las víctimas y otra es la causa política que por medio de esas víctimas se quiera reivindicar. Separar esas dos cosas es difícil pero creo que ayudaría mucho a resolver este problema".

Preguntado por los presos de ETA, replica: "Hablo de víctimas en general, no hablo de víctimas justas o injustas, ni pretendo hacer equiparaciones". "Desde el punto de vista del sufrimiento -no me refiero a las causas y entiéndaseme bien- me parece importantísimo diferenciar entre ese dolor y las implicaciones políticas que en el mismo pueda haber", añade.

APOYAR LA PAZ

En cuanto al papel de la Iglesia, afirma que la Iglesia vasca y española deben apoyar "el logro de la paz". En este sentido, destaca que los obispos vascos han apoyado "claramente el proceso que se quiere poner en marcha para la realización de la paz". "¿Los obispos españoles? Ellos verán lo que hayan de hacer al servicio de la paz", agrega.

Por otro lado, preguntado por la defensa de la unidad de España como un bien moral por parte de algunos representantes de la Conferencia Episcopal, indica que "el problema no es saber si la unidad de España es un bien moral, sino el de definir si la no-unidad de España es o no un mal moral".

De este modo, opina que "la unidad de España, en sí, no tiene por que ser un mal necesariamente, pero ello no significa que esa unidad haya de ser el único bien moral que se pueda defender". Según indica, no es necesario que "para que se realice el bien en las relaciones de España con el pueblo vasco se tenga que mantener el modo de relación actual como el único bien posible", por lo que cuestiona si "está mal pretender que mediante el uso de medios pacíficos y legítimos se plantee el tema de esa unidad de otra manera".

En cualquier caso, estima que "el hecho de que en la Conferencia Episcopal se plantee un debate sobre un determinado tema no quiere decir que ella, por sí sola, tenga autoridad sobre ninguno de los obispos en particular, sean ellos vascos o españoles". "Considerar que la Conferencia tiene autoridad sobre cada uno de los obispos es una equivocación", apostilla.

En cuanto a la autodeterminación, José María Setién manifiesta que, "si se afirma que éste y otros problemas no menos graves, hay que resolverlos por la vía del consentimiento y del diálogo, que ello sea así en verdad" y agrega que, "desaparecida ETA, la única instancia última de poder político que queda aquí es la del Estado", por lo que "habrá de ser ella la que haya de aprender y de aplicar los criterios válidos del diálogo y de la flexibilidad para que se pueda llegar a una solución común consensuada".

Finalmente, el obispo emérito de San Sebastián asegura que mantiene "interrogantes" y "ciertas reservas" ante la labor que está realizando el sacerdote irlandés Alec Reid.