Camps destaca que el texto parte de la concordia y el consenso y dice que ha puesto a España "en el presente de Europa y del mundo"
VALENCIA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, emplazó hoy a los partidos a anteponer los intereses generales a los "avatares de la lucha partidista y de la confrontación a corto plazo" para hacer posible la reforma de la Constitución y señaló que el proceso requiere del mismo consenso conseguido en 1978.
Sevilla defendió en Valencia que la reforma constitucional planteada por el Ejecutivo, "como otras que han sido propuestas recientemente por el principal partido de la oposición", dijo, "requerirán llegar al mismo gran acuerdo político y social que fuimos capaces de alcanzar en 1978", y defendió que es "imprescindible respetar y preservar" el espíritu "integrador y conciliador" del texto.
Sevilla afirmó que desde ese espíritu, el Gobierno espera que todos "seamos capaces de anteponer la consideración de los intereses generales y de los beneficios que la reforma propuesta puede reportar" para esos intereses, a los "avatares de la lucha partidista y de la confrontación a corto plazo".
El ministro se pronunció de esta manera en su discurso durante la celebración del XXVIII aniversario de la aprobación de la Constitución Española, en un acto celebrado en la sede de la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana, que contó también con la intervención del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la presencia de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de las Corts Valencianes, Julio de España, entre otras autoridades y personalidades.
El titular de Administraciones Públicas destacó la "enorme vitalidad e indiscutible vigencia" de la Constitución de 1978, si bien señaló que el texto "no se puede mitificar como una realidad inalterable en todos sus extremos" y, al respecto, afirmó que las constituciones "permanecen porque se adaptan, modificándose cuando resulta necesario, lo acuerdan las mayorías parlamentarias y lo refrenda el pueblo".
Así, defendió que la reforma constitucional planteada por el Gobierno, "claramente acotada y limitada a cuatro asuntos muy concretos", precisó, "no se puede situar más que en el terreno de la normalidad democrática", a la vez que destacó que casi treinta años después de la aprobación del texto, los valores y los principios ideológicos que defiende "continúan siendo el marco de referencia adecuado para la convivencia en paz, libertad, justicia e igualdad de todos los españoles, pensemos lo que pensemos".
En esta línea, incidió en que si la fuerza y la aceptación social de la Constitución "han ido creciendo con los años, no puede caber duda alguna de que su futuro, que es el futuro de todos nosotros, se presenta claramente prometedor".
Asimismo, también valoró los resultados de las reformas estatutarias ya aprobadas, como la valenciana, dijo, y de las que están por venir "en breve plazo", puesto que, según señaló, "refuerzan la capacidad de las comunidades autónomas para satisfacer las demandas y necesidades ciudadanas".
Manifestó que tras estas modificaciones de los estatutos autonómicos, la tarea prioritaria es "ultimar la mejora de los instrumentos de cooperación para que podamos trabajar todas las administraciones de forma conjunta y efectiva en beneficio del ciudadano al que nos debemos todos", y recalcó que el Gobierno "ha dado muestras de su apuesta por la concertación y la colaboración entre las administraciones del Estado", con la creación de nuevos espacios de encuentro como la Conferencia de Presidentes, aseveró.
MIRAR AL FUTURO
El presidente de la Generalitat destacó que la Constitución "parte de la concordia de todos los españoles y del consenso de todas las fuerzas políticas y sociales de nuestro país". "Nos puso en el presente de Europa y del mundo y nos permite seguir mirando hacia el futuro", apostilló.
En esta línea, incidió en que España "está ahora con los países más avanzados del mundo y puede tranquilamente mirar hacia el futuro", al tiempo que señaló que la Constitución "nos está permitiendo vivir los mejores años de toda nuestra historia". A su juicio, "nunca España ha vivido una etapa de tanta prosperidad, fuerza y confianza como la que en estos momentos estamos viviendo".
Camps resaltó que la presencia de la Generalitat "en la casa del Gobierno de la Nación" en la Comunitat demuestra que "juntos podemos hacer posible lo que a lo largo de estos años ha sido una realidad", como es "un gran país y una gran comunidad autónoma", al tiempo que recalcó que acudía a la celebración del aniversario de la Carta Magna con "satisfacción porque todos nosotros representamos justo lo que la Constitución quiso poner en marcha en 1978, la creación de una sociedad fuerte, confiada y con capacidad de mirar al futuro con absoluta tranquilidad".
Señaló que honrar a la Constitución es honrar al "gran éxito colectivo de los españoles" que en 1978 hicieron posible la aprobación del texto y a todos los que han contribuido a su desarrollo "hasta los niveles de una sociedad moderna y de prosperidad".
También subrayó el papel de la Carta Magna en la creación del Estado de las Autonomías, que supone "el mayor nivel de descentralización prácticamente de todo el mundo", y "la capacidad de de que los valencianos tengamos la posibilidad de elegir cada cuatro años el gobierno que queremos y de qué manera queremos administrar las competencias" recibidas.
Por su parte, el delegado del Gobierno, Antoni Bernabé, destacó que la Constitución "es un patrimonio de todos y todas", de forma que juntos, dijo, "renovamos diariamente nuestro firme compromiso" con la Carta Magna y con la certeza de que los valores en los que se basa de libertad, justicia, igualdad y pluralismo político "son el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos y el mejor estímulo para seguir trabajando y avanzando en su reforzamiento".
El profesor de Derecho Constitucional Manuel Martínez Sospedra realizó una reflexión sobre el derecho reconocido en el artículo 20 de la Constitución a comunicar y recibir información veraz, que situó como esencial para poder hablar de "gobierno del pueblo". Señaló que es "exigible" que las informaciones que den los actores sociales y políticos sean "materialmente veraces", ya que la mentira en la vida pública es "constitucionalmente antidemocrática", precisó.
Sospedra manifestó que el gobierno constitucional "exige la libre circulación de las ideas para hacer posible la libre opinión" e instó a los actores públicos a reflexionar sobre si "estamos a la altura de lo que la Constitución y la democracia nos exigen y nuestro pueblo tiene derecho a exigirnos".
