Sordo es elegido secretario general de CCOO-Euskadi con un apoyo del 84% a la única candidatura presentada

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 9 enero 2009 23:11

BILBAO, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

El hasta hoy responsable de CC.OO. en Bizkaia, Unai Sordo, fue elegido esta tarde en el IX Congreso de CC.OO-Euskadi como su nuevo secretario general, en sustitución del saliente Josu Onaindi. Sordo encabezaba la única lista presentada y logró el apoyo del 84 por ciento de los votos emitidos en el plenario.

En su primer discurso como nuevo dirigente de CC.OO-Euskadi, Sordo advirtió al Gobierno vasco de que existe "el riesgo de que la aprobación de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) pueda convertirse en un coladero por el que quepa todo".

Además, indicó a los otros sindicatos con representación en el País Vasco que se debe apostar por el diálogo social. "Sí, se puede negociar, con todo lo que eso implica. Negociar, que es la antesala de acordar o de movilizar", agregó.

La candidatura de Sordo, la única presentada, obtuvo el 84,3 por ciento de apoyo, al lograr 355 votos a favor, 64 en blanco y 2 nulos. La Comisión Ejecutiva, que también fue renovada en este IX Congreso, recibió un apoyo del 79,1 por ciento para sus 25 miembros, de los que ocho son mujeres y siete son de nueva incorporación.

En la Comisión Ejecutiva se mantienen los nombres de Unai Sordo, Felisa Piedra, Eduardo García, Loli García, Jesús Uzkudun, Mari Cruz Vicente, Alfonso Peraita, Jaime Gómez, Roberto Ortega, Iñaki Merino, Carlos Fernández, Pilar Ortega, Ana Uranga, Sabino Santolalla, José María García, Manu Casado, Angel Madrazo y Xavier Olabeaga.

Acceden como nuevos miembros: Pablo García de Vicuña, Mari Carmen Sánchez, José María Sarasa, Elena Pérez, Mikel Vázquez, Susana Salinas y Javier López Irisarri.

El IX Congreso de CC.OO-Euskadi también se aprobaron la nueva Comisión de Garantías, con José Luis Gimeno al frente, y la Comisión de Control Administrativo y Financiero, con Francisco García al cargo. En ambos casos, las respectivas candidaturas fueron únicas. Asimismo, el plenario congresual también aprobó con apoyo mayoritario que el Consejo Confederal de Euskadi cuente con 93 miembros (secretario general, 24 miembros restantes de la Comisión Ejecutiva, ocho responsables comarcales y 60 miembros de las diferentes delegaciones).

En el discurso de cierre de congreso tras ser elegido, Unai Sordo insistió en que la crisis "no ha sido provocada por los trabajadores", pese a lo que se les quiere hacer pagarla, lo que obliga a su sindicato a dedicar "gran parte" de sus esfuerzos para trabajar sindicalmente en empresas en situaciones difíciles con "EREs, rescisiones de contratos o trabajadores temporales de los que las empresas prescinden".

"Hemos hecho llegar al gobierno vasco nuestra preocupación ante el riesgo de que la aprobación de expedientes pueda convertirse en un coladero por el que quepa todo. Su respuesta ha sido el silencio. Ni siquiera en estos momentos de incertidumbre económica, el Departamento de Trabajo se ha dignado en facilitarnos la información sobre las empresas afectadas por EREs", criticó.

Además, dijo que "ni siquiera en estos momentos" se considera desde la Consejería de Industria que los sindicatos tengan acceso a los trabajos de los clústeres, pese a que son "herramientas muy potentes para conocer la situación de los sectores productivos, y las perspectivas de futuro".

Sordo lamentó que el Ejecutivo sigue sin entender que las organizaciones sindicales son "un factor clave" para afrontar la situación de crisis. "Sobre todo porque representamos a los que la están pagando en sus propias carnes", puntualizó.

Respecto a la crisis, también explicó que supone principalmente una quiebra del financiero, "un mercado que constituía el ejemplo más querido del modelo de desregulación que propugnaban los fundamentalistas del neoliberalismo y el libre mercado".

DIALOGO SOCIAL

El nuevo secretario general de CC.OO-Euskadi también se refirió al diálogo social, "ese que es inexistente en Euskadi" y que constituye, añadió, "la única forma de hacer el papel de contrapoder a las decisiones de los poderes públicos".

"Tenemos que decir muy claramente que el diálogo social supone poner en común y discutir nuestras propuestas con nuestras contrapartes, que no es lo mismo que hacer los mismos análisis que la patronal o las administraciones", precisó.

De hecho, a su entender el diálogo social pasa por "proponer y defender medidas de parte, de parte del interés de los trabajadores" para lo que hay que "negociar, con todo lo que eso implica: negociar, que es la antesala de acordar o de movilizar".

Sobre esta cuestión, ante "el desprecio que del diálogo social hacen algunos", aseguró que "supone que renuncian a condicionar todos los aspectos de la vida de la gente que no se deciden dentro de las paredes de la empresa". Esa actitud, añadió, también "supone dar carta de libertad a los poderes públicos" y "dejar en manos de las patronales ejercer de lobby de presión en base a sus intereses".

"Es mentira que se influya en un gobierno o en una diputación con panfletos y declaraciones supuestamente radicales. No se influye porque probablemente tampoco se quiere influir. Porque en Euskadi, mucha de la bilis que se suelta contra la negociación con las instituciones tienen como fin el desprestigio de esas propias instituciones y de lo que las da legitimidad", insistió.

Conforme a este planteamiento, agregó que "el desprestigio gratuito que muchas veces se hace del entramado institucional del autogobierno vasco" busca "deslegitimar el propio modelo de pacto, de pacto estatutario que da razón a nuestro autogobierno", conforme a una estrategia de "parte del sindicalismo vasco y de la clase política vasca". "No se puede entender lo que sucede en las relaciones laborales vascas si perdemos de vista esa corriente de fondo", explicó.

Esa voluntad de deslegitimar el modelo de pacto del autogobierno vasco, insistió, explica que "en un país como el nuestro, con una enorme presencia de pequeña empresa y microempresa, se ha intentado hacer perder la referencia del convenio sectorial" y se han "demorado negociaciones durante tres, cuatro o cinco años de forma frívola".

Esta actuación se entiende por "los intereses hegemonistas de determinada opción sindical", que "instrumentaliza la negociación colectiva" desde "un contexto sociopolítico que situó al sindicalismo autarquista como punta de lanza de estrategias más amplías".

Respecto al "modelo de país", apostó por "defender la pluralidad y diversidad de la sociedad vasca". "Porque defendemos el pacto transversal como clave para definir o redefinir el autogobierno vasco. Y esos valores, esas ideas y todo lo que llevan implícito han calado en una sociedad harta de frentismos, harta de acumulaciones de fuerza. Harta de debates estériles y circulares, que sólo provocan enfrentamiento, división y desmotivación en la gente", agregó.

PERFIL DE SORDO

El nuevo secretario general de CC.OO-Euskadi nació en Bilbao en 1972 y es diplomado en Graduado Social por la UPV-EHU. Además, trabajó en el sector de la industria de la madera antes de incorporarse con responsabilidad al sindicato, habiendo sido militante activo durante los años anteriores.

En junio de 2000, en el VII Congreso, asumió la Secretaría de Juventud, cargo que ha compatibilizado con tareas de organización en el territorio de Bizkaia. En el VIII Congreso, en 2004, pasó a ser responsable territorial de Bizkaia, cargo que ha desarrollado durante los últimos cuatro años, en los que también ha estado vinculado directamente al área de seguimiento de Elecciones Sindicales, formación sindical de cuadros y desarrollo de contenidos en diferentes campañas de CC.OO-Euskadi.

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