LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 22 Dic. (EP/IP) -
El presidente del Partido Popular (PP) y del Cabildo grancanario, José Manuel Soria, no aceptó una moción de urgencia presentada por el portavoz de Nueva Canarias (NC), Carmelo Ramírez, en la que pedía un pronunciamiento formal de todo el pleno en el que se "reafirmara la labor de los jueces y su independencia, y se rechazaran las manifestaciones de políticos sembrando dudas respecto a la injerencia de la política en la justicia".
Ramírez pidió a Soria que "se fijara en el fondo de la moción y no en el aspecto formal" porque, según dijo, pretende dar respuesta a la "alarma social" generada por los múltiples casos de corrupción política y las declaraciones de distintos representantes políticos, entre los que se encuentra el propio presidente del PP regional, poniendo en duda la división de poderes.
A este requerimiento, Soria preguntó al portavoz de NC que si se refería al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, por haber dicho que el Consejo Superior del Poder Judicial es un "muerto viviente". En este punto, Carmelo Ramírez señaló que no se entendería por parte de la opinión pública que no acepte una moción que trata de hacer un pronunciamiento en estos términos.
Finalmente, el presidente grancanario aceptó que la petición de Ramírez se tramitara como un ruego, comprometiéndose a difundir su apoyo a la división de poderes, la independencia de los jueces y el rechazo a cualquier injerencia de la política en la justicia, "tal y como vengo haciendo hasta ahora", apostilló Soria.
En relación a la querella que anunció el Partido Socialista (PSOE) contra el líder de los populares canarios por haber dicho que los socialistas "cuando tuvieron que matar, mataron", apuntó que "las querellas no se anuncian, se interponen, porque cuando uno anuncia una querella corre el riesgo de que no se la admitan, y les ha salido el tiro por la culata anunciando una querella criminal que ahora dicen que se va a convertir en una demanda contra el honor".
Para Soria, lo escandaloso no son las manifestaciones que han sido tachadas por los socialistas como injurias y calumnias, sino "los hechos de la sentencia condenatoria" a la que él ha hecho mención "y que ha causado tanto revuelo", concluyó.