MADRID 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un testigo afirma que de la vivienda de la mujer detenida esta mañana por la Policía Nacional por reclutar niñas para el EI salieron tres adolescentes acompañadas por la Policía, según la información publicada por el 'Diario de Lanzarote' y 'Lancelotdigital', recogida por Europa Press.
En este último medio, un testigo afirma que de la vivienda de la detenida salieron esta mañana otras seis personas de las que tres eran hombres y otras tres, adolescentes. "Para mí eran niñas. Según vi yo, creo que tendrían 15, 14 ó 13 años", ha apuntado el citado testigo.
Los vecinos de la mujer acusada de captar y reclutar niñas y adolescentes para el Estado Islámico, aseguran que ésta es natural de Cádiz, aunque su padre es de origen árabe y tiene unos 40 años de edad.
La detenida, Silvia C.C., vivía en la casa desde hacía aproximadamente un año, según relatan algunos testigos, quienes aseguran que también pasó por la vivienda la madre de la arrestada, aunque posteriormente se quedó sola con su hijo, de unos 19 años de edad. No obstante, otros testigos apuntan que a veces se la veía con un niño de unos 5 años, del que desconocen el parentesco.
La vivienda estaba alquilada pero no a nombre de la detenida, quien hace unos tres meses solicitó que se le hiciera el contrato a su nombre para poder cobrar una ayuda de alquiler.
Silvia C.C. se convirtió al Islam hace años, según explica a 'La Voz de Lanzarote' uno de los vecinos de la calle García Escámez, donde vivía la arrestada, y aclara que ésta llevaba "más de diez años" en la isla.
Algunos vecinos apuntan también que en la casa vivía con ella su marido de orígen magrebí, que sería por el que ella había abrazado la fé musulmana y añaden que también la hermana se convirtió al Islam tras contraer matrimonio con otro hombre de orgien magrebí.
"Las dos visten con ropa árabe y demás", aseguran los testigos, quienes señalan que la detenida solía llevar un velo que "le tapaba la cara". "Cruzaba todos los días por aquí con un traje de esos que barren el suelo", comentaba uno de los aparcacoches de la zona.
La noticia ha cogido por sorpresa al vecindario, que no había visto "nada raro" en la casa, ni tampoco un especial trasiego de gente en el domicilio.