Los testigos del asesinato de un hombre en Valmojado (Toledo) reconocen que fueron a cobrar una deuda

La compañera del acusado no llamó a la policía, aunque esa era su intención, porque se puso nerviosa "y no atinaba con las teclas"

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 7 julio 2009 17:01

TOLEDO, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los tres hombres que en la noche del 31 de octubre de 2005 acudieron a una finca de Valmojado (Toledo) junto con una cuarta persona que perdió la vida por las heridas causadas --presuntamente-- por el propietario de la casa, Santiago M.D., reconocieron hoy que fueron a ese lugar a cobrar una deuda.

En la segunda sesión del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo, uno de ellos, Ricardo M.P., declaró que la idea de acudir a casa del acusado con el propósito de "cobrar una deuda pendiente", "surgió de improviso", y dejó claro que su intención no era robar, sino llevarse el dinero de la deuda; o bien en metálico, o bien en marihuana.

También negó la existencia de una pistola, tal y como declaró ayer el acusado, así como que golpeara a aquel con alguna cizalla. Si aseguró, sin embargo, que recibió "un pinchazo" del cuchillo que blandía Santiago M.D. durante el encontronazo que tuvo lugar cerca de la entrada de la finca. También señaló que él intentó mediar entre el fallecido, L.M.L.M., y el acusado.

Del mismo modo, otro de los tres testigos, Juan Francisco M.G., dijo que conocía al acusado del barrio, pero no mencionó que existieran deudas por droga. Sí explicó que el acusado tenía en 2005 una deuda pendiente de 300 euros, pero no habló en ningún momento de que fuera por droga, y dejó claro que en la noche del siniestro fueron a cobrar la deuda a la finca del acusado, en la que él mismo sabía que había marihuana, "de forma pacífica".

El tercer testigo, Roberto R.G., explicó en una declaración --leía ante el tribunal debido a su incomparecencia-- que la noche del asesinato permaneció con Juan Francisco M.G., que no entró a la finca con los otros dos porque no tenía buenas relaciones previas con el acusado, y que estuvo esperando en la furgoneta, aparcada a mitad de una cuesta situada en el camino que llega hasta la finca del acusado.

De su declaración, resalta el hecho de que sólo conocía a Juan Francisco M.G., quien le pidió dinero para alquilar una furgoneta y trasladar una motocicleta. Al resto, según afirmó en el escrito, les conoció el día del suceso. También explicó que antes de los hechos todos cenaron en la casa de Noelia, la novia de J.F.M.G, pero que no se habló de nada importante.

Señaló que pasaron una primera vez por la finca de Santiago M.D. con la furgoneta, y que no entraron porque había gente; fueron todos a tomar algo, y más tarde volvieron. Reconoció que si todo hubiera ido bien él habría entrado a la finca para cargar con la mercancía. Sin embargo, todo ocurrió en cinco minutos --según narró el letrado la declaración-- tras los que Ricardo M.P. y L.M.L.M, el fallecido, llegaron corriendo hasta la furgoneta y se fueron.

Él creyó escuchar un ruido grande "que podría ser una cizalla", pero dejó claro que no escuchó el disparo de ningún arma y que no sabía nada sobre una pistola, porque "si no, no habría ido con ellos". Declaró que se dio cuenta de las heridas en el momento en que llegó al hospital, al que no pudo pasar con los heridos, según dijo, porque no era familiar.

Finalmente, testificó en la Audiencia la novia de J.F.M.G., que subrayó que durante la cena escuchó a los testigos hablar sobre la posibilidad de ir a cobrar una deuda, pero que no lo planificaron, algo que contradecía su primera declaración, en la que habló de "confabular un plan".

También explicó que a las 23.00 horas del 31 de octubre de 2005 recibió una llamada de Juan Francisco M.G. diciendo que "todo había salido mal". Cuando le comentaron que había habido un apuñalamiento, reconoció no sorprenderse mucho porque el acusado "era agresivo".

ESTADO DE NERVIOS

De otro lado, la compañera sentimental del acusado no supo aclarar si este encendió un foco-linterna cuando se encontraba en la puerta con los testigos, pero sí dijo que vio cómo la cogía de la casa. También aseguró que, bajo la luz de las estrellas, vio un arma, motivo por el que retrocedió y se metió dentro de la vivienda.

Subrayó que no llamó a la policía en el momento de los hechos porque se puso nerviosa "y no atinaba con las teclas". No obstante, dejó claro que esa fue su intención "y me arrepentiré siempre de no haber llamado", comentó. Respecto al viaje que posteriormente realizaron a Asturias, indicó que su propósito no era huir de la policía "sino de esa gentuza, que no sabíamos quien podía ser o si eran más de dos", añadió.

En la sesión de hoy también compareció la madre del acusado, Petra D.L., quien explicó cómo un agente de la policía llegó un día a su casa, mientras su hijo se encontraba en Asturias, preguntando por él. Al día siguiente, sin todavía haber contactado telefónicamente con su hijo, habló con un inspector de policía, quien le detalló lo ocurrido y le trasmitió la muerte de L.M.L.M.

Después de esta conversación contactó telefónicamente con Santiago M.D., quien tomó de inmediato un autobús para presentarse en la Comisaría de Policía de Móstoles (Madrid), donde fue detenido tras su declaración voluntaria.

Finalmente, declararon tres amigos del acusado que acudieron en la noche de los hechos a la finca tras recibir una llamada telefónica del acusado y todos coincidieron en destacar el estado de nervios en que se encontraban Santiago M.D. y su novia cuando llegaron a la finca. Comentaron que supieron de la existencia de una pistola porque el acusado se lo dijo, así como que la había enterrado "por si acaso", pero ninguno de ellos llegó a ver el arma.

Uno de ellos señaló que en la noche de los hechos, cuando ya se iba de la finca, se encontró una bala --que se quedó-- cerca de la valla. A la mañana siguiente, cuando acudieron de nuevo a la finca para acompañar al acusado y su novia a recoger algunas pertenencias, otro de los amigos se encontró una segunda bala, también cerca de la valla que, del mismo modo, guardó consigo pensando "que no era tan importante" como finalmente fue para la investigación.

IBAN A ROBAR

Por su parte, el abogado de la Defensa, Marcos García Montes, explicó, en declaraciones a los medios, que durante la sesión de hoy le ha quedado claro que los testigos "entraron en una casa habitada" y "con la intención de robar", por lo que "el derecho de legitima defensa está absolutamente acreditado".

También resaltó el letrado la corpulencia de los dos hombres que tuvieron el encontronazo con Santiago M.D. y recordó que "uno de los declarados hoy ha manifestado que iban para intimidarle con este hombre alto".

Destacó que el acusado y su novia estaban "con pavor, estupor, miedo y nervios", y aclaró que estas personas entraron dentro, ya que "la puerta se fractura con una cizalla, tal y como lo dice la persona que hoy no ha venido", refiriéndose a R.R.G.

Para el abogado, "hay un tema importantísimo, y es el hecho de que la persona que sale primero corriendo, que por eso el sangrado no cae al suelo, es la persona que luego resulta fallecida", y "en ningún momento dice que fuera herido, sino que decía 'tira para adelante, que nos han dado'", convencido de que "lo que falló" fue la tardanza en llegar al hospital.

Respecto a la supuesta deuda de la que hablaron todos los testigos, García Montes consideró que "no puede haber una deuda cuando uno presta 150 euros para alquilar una furgoneta. Está claro que fueron allí a robar", ya que "lo dice la propia Noelia, que hoy ha rectificado su declaración, por lo que puede cometer perjuicio porque esto es faltar a la verdad", recordó.

Según el primer testimonio de esta chica, mencionó el abogado, "ella dijo que se encontraba fregando los cacharros en la cocina y escuchó cómo se confabulaban y preparaban el plan para ir a robar".

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