Toro afirma que el tráfico de explosivos no es "habitual" en Asturias

Actualizado: miércoles, 28 febrero 2007 19:01


MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presunto miembro de la trama asturiana que facilitó los explosivos a la "célula" terrorista del 11-M, Antonio Toro contradijo hoy lo señalado al tribunal por su ex cuñado y principal encausado en este procedimiento José Emilio Suárez Trashorras, al señalar que el tráfico de explosivos no es algo habitual y que conoce todo el mundo en Asturias, "donde lo único que hay en abundancia es la sidra".

Toro hizo estas afirmaciones a preguntas de los abogados de la acusación particular, tras reanudarse esta tarde la sesión del juicio por la masacre en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid. En la sesión de la mañana, Suárez Trashorras, para quien se piden 38.670 años de cárcel como cooperador necesario en la masacre, declaró que en Asturias hay un mercado negro de explosivos que se utilizan para pesca furtiva, voladuras, fiestas y otras cosas, "y eso lo sabe todo el mundo donde hay explotaciones mineras".

Toro, para quien la Fiscalía solicita 23 años de prisión por los delitos de colaboración con organización terrorista, asociación ilícita y suministro de explosivos, negó haber participado jamás en este tráfico y añadió que no sabía de dónde procedían los explosivos y el detonador que acabaron en manos del presunto colaborador de la "célula" terrorista Rafa Zouhier.

El procesado añadió que nunca ha estado en Mina Conchita -de dónde según la investigación procede parte de los explosivos-, ni en ninguna otra mina.

EN LA HAMBURGUESERÍA

Señaló que su presencia en Madrid durante los meses de enero y febrero de 2004 obedecían a su interés por comprar "mercancía" (hachís) o irse de fiesta, y admitió que en dichas ocasiones se encontró en la capital con Zouhier. En dichos encuentros no se encontró jamás con Jamal Ahmidan "El Chino" -uno de los siete terroristas que se suicidaron en Leganés (Madrid) el 3 de abril de 2004-, al que vio por primera vez en una reunión al que acudió con su hermana y su cuñado en un McDonald's de Madrid en noviembre de 2003.

Sobre la presencia de su hermana, la también imputada Carmen Toro, en diferentes reuniones celebradas en Madrid entre su marido Suárez Trashorras y varios marroquíes, como las que tuvieron lugar en hamburgueserías de la capital, negó que ésta tuviera que ver con el negocio de la droga y agregó: "Emilio sabe que si se le ocurre llevar a mi hermana a una reunión para algo que sea ilegal."

En otro punto de la declaración insistió en que dejó de hablarse con Suárez Trashorras cuando su hermana le anunció que iba a casarse con él, porque no quería que su hermana saliese con él y mucho menos que se fueran a vivir juntos y que luego se casaran.

NINGUNA RELACIÓN CON ETA

En cuanto a su coincidencia en la cárcel de Villabona (Asturias) con miembros de ETA, Toro precisó que esto no es cierto, y que si lo dijo Zouhier a su contacto en la Guardia Civil, de la que era confidente, "luego se ha demostrado en los careos que se lo ha inventado todo".

En otro momento afirmó: "Nunca he colaborado, colaboro o colaboraré con la Policía", y negó cualquier relación con el inspector jefe de Policía de Avilés (Asturias), Manuel García Rodríguez, "Manolón", del que era confidente su ex cuñado.

Antonio Toro reconoció que su padre tiene varios amigos en la Guardia Civil de Avilés, aunque negó haber recibido trato de favor por parte de la Benemérita. "Lo único que ha hecho la Guardia Civil es meterme 6 años en la cárcel", dijo, en referencia a la condena que recientemente se le ha impuesto tras el juicio por la denominada "Operación Pipol" de tráfico de explosivos.

Dijo también no tener relación con otros miembros de la denominada trama asturiana, como Javier González Díaz, alias "dinamita", con excepción de Ivan Reis, con quien coincidió trabajando en la misma empresa. Requerido por la defensa de este procesado, señaló que éste aún mantiene una deuda con él por temas de hachís y negó haberle amenazado por ello con una pistola.

A preguntas de su abogado, Juan Carlos Herranz, Toro insistió en sus afirmaciones anteriores y negó cualquier relación con el tráfico de explosivos o con miembros de ETA. "La primera vez que he visto a uno (etarra) ha sido estando ahora en la cárcel", afirmó el procesado.

Preguntado por que había "desnudado" ahora ante el tribunal sus actividades con el hachís, Toro señaló que "en la vida" a colaborado con ninguna organización terrorista, y que no tiene nada que ver con el 11-M.