Touriño avisa de que la reforma del Estatuto gallego no puede ser ni un drama nacional ni una parálisis para el Gobierno

"Imponer a las empresas que operan en Galicia que tributen aquí es imposible. No es compatible con la lógica de un sistema de mercado"

"No comparto el criterio del Estatuto catalán de ligar la inversión del Estado al PIB porque una variable única es siempre limitada"

"Maragall pone lo mejor de sí y, aunque Bono fue un gran presidente, seguro que es consciente de que en Castilla también cometió errores"

Europa Press Nacional
Actualizado: domingo, 12 febrero 2006 12:36

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, advirtió de que Galicia no puede convertir la reforma del Estatuto en "una obsesión o en un drama nacional", ya que el objetivo de este proceso no es transformarse en "un instrumento de páralisis y de bloqueo para el trabajo del Gobierno", sino propiciar que la comunidad "avance mejor".

En una entrevista concedida a Europa Press, Touriño discrepó del BNG --su socio en el bipartito-- al rechazar que se pueda "imponer" a las compañías que operan en Galicia, pero que tienen su sede fiscal fuera, que tributen en la comunidad, ya que no lo cree "compatible con la lógica de un sistema de mercado". Asimismo, se opuso a aplicar una "variable única" para establecer la inversión del Estado en cada autonomía, como propugna el Estatuto catalán.

El mandatario gallego recordó que fue "el primero" que planteó la necesidad de "poner al día" el texto aprobado en 1981 y, por ello, se mostró convencido de que habla "desde la legitimidad histórica y desde la actual, como presidente", cuando advierte de que "no conviene dramatizar".

Así, reivindicó que la comunidad "avanza con un gobierno de cambio" e instó a abordar la reforma "desde la sensatez" para sacarla adelante "sin dramas y sin obsesiones". "Intuyo que así lo siente la mayoría de los ciudadanos, les gustará tener un mejor instrumento, pero tampoco es que lo que hoy tenemos, la Constitución y el Estatuto, no nos haya permitido vivir los mejores años de nuestra historia", sentenció.

No obstante, aclaró que esta "agenda reformadora" representa "una gran oportunidad y un desafío histórico" para que Galicia "haga aquello que no fue capaz de hacer antes". Según él, definir "las reglas de juego" con el acuerdo de las tres fuerzas políticas, "sin la exclusión de nadie, sino todo lo contrario", dará a la comunidad "una fortaleza y una energía incalculables como país".

ESFUERZOS

Por ello, reclamó a los partidos "un esfuerzo para matizar diferencias y saber aparcarlas", para "remar en la misma dirección y encontrar el camino del futuro". Así, aunque admitió la "legitimidad" de los desencuentros entre los grupos parlamentarios, apeló a su "inteligencia para aprovechar esta oportunidad". "Estoy seguro de que nadie va a restar su apoyo a ese deseo", apostilló.

En consecuencia, cuestionó que el BNG pretenda concurrir al debate con la imposición irrevocable de que el nuevo texto incluya el término 'nación', "¿quién puede decir que algo es irrenunciable en la vida?", se preguntó; y se mostró convencido de que los partidos "encontrarán caminos para para definir a Galicia como la quieren los ciudadanos".

Además, rechazó que los nacionalistas concierten con el PPdeG reclamaciones maximalistas al Gobierno central para arrinconar al PSdeG con la excusa de que se pliega a los dictámenes de Madrid. "No doy crédito a esa posición, ¿alguien puede imaginar un escenario en el que quien preside Galicia no sea el mejor defensor del país por alguna razón de partido o de dependencia?", inquirió Touriño.

Así, dijo "poder garantizar que quien va a estar a la cabeza en la defensa de Galicia va a ser el presidente" y reivindicó su convicción de que, "a partir de ahí", las formaciones políticas "se van a entender, salvo que haya razones de partido, de otros, para el desgaste o para el juego partidario". "Estoy seguro de mis convicciones, de las necesidades de Galicia y de que las voy defender sin pausa para conseguir el objetivo de la convergencia", aseveró.

FINANCIACIÓN

Para ello, el dirigente gallego abogó por que la comunidad profundice en su autogobierno paralelamente al incremento de la corresponsabilidad y de la autonomía financiera ya que, a su juicio, ésta es "la razón de ser de un Estado profundamente descentralizado".

Además, arremetió contra quienes, en la reforma del sistema vigente, "quieren ir hacia atrás o mirar sólo un parte", ya que el modelo de financiación se sustenta en el "equilibrio" entre una mayor autonomía y las garantías de cohesión. Por ello, denunció que el PP insista en "hablar sólo de una parte" por un "sesgo partidario con el que intenta desgastar la acción del gobierno en Galicia y en España".

Touriño confirmó que su propuesta para la revisión del sistema pasa por la modificación del Fondo de Compensación Interterritorial (FCI) y el aumento del Fondo de Suficiencia, ya que, al incrementar la autonomía financiera, Galicia podría "perder pie" si no crece "lo sufiente". No obstante, matizó que "también es erróneo el argumento sumiso de que una mayor autonomía puede perjudicar a Galicia porque otros crecen más".

Así, dijo "aspirar" a que la comunidad "no esté eternamente creciendo por debajo de la media española" y se comprometió a "cambiar esta mala herencia recibida del PP". "Debemos aspirar a un ritmo de crecimiento que nos permita no temer de una mayor autonomía financiera", insistió.

PROPUESTA DE GALICIA

Para ello, avanzó que el sistema deberá evaluar las "necesidades de gasto" de cada territorio antes que los instrumentos financieros y ratificó que, en el caso de Galicia, se incidirá en el mayor coste que supone la prestación de servicios debido al envejecimiento, la dispersión poblacional y la longitud de la costa.

En consecuencia, rechazó reclamar que el Estado invierta en la comunidad en función del PIB, como plantea Cataluña, no sólo porque "Galicia ya recibe 2,5 puntos por encima --de su PIB--", sino que también porque "una variable única y exclusiva es siempre limitada". "No comparto el criterio que se aplica desde el Estatuto catalán en este terreno", abundó.

Asimismo, el presidente discrepó de la propuesta del BNG de obligar a las compañías que operan en Galicia, pero que tienen su sede fiscal fuera, a tributar en la comunidad, ya que en un sistema de mercado "no se pueden poner puertas como uno quisiera, si es que quisiera".

A su juicio, este planteamiento "no es compatible con la lógica de un sistema de mercado", ya que, debido a cómo están planteadas las "reglas de juego, las cuestiones no se pueden resolver tal y como proponen ese tipo de negociaciones de organizar, decidir e imponer".

AGENDA MODERNIZADORA

Con todo, el presidente se mostró convencido de que la apuesta del Gobierno central y de los autonómicos que están "inmersos en una agenda modernizadora va a salir bien", ya que las reformas del modelo territorial y de la financiación "son la mejor garantía para reforzar la unidad y la cohesión de España". "En esa tarea estamos todos los socialistas", remarcó.

Por ello, defendió que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, "pone todo lo mejor de sí y lo mejor que sabe" para contribuir a este proceso y se alejó de las tesis del ministro de Defensa, José Bono, en las que aseguraba que el mandatario catalán da más problemas al partido que beneficios. "Todos podemos cometer errores", aseveró.

En este sentido, rechazó evaluar "cuál ha sido el de tal o cual presidente", si bien advirtió a Bono de que, pese a que en su trayectoria al frente del Gobierno de Castilla La Mancha "seguro que tuvo grandes aciertos, también tiene que ser consciente de que en algún momento pudo haber cometido errores".

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