Tregua.- El Congreso aprobó hace un año abrir un diálogo con quienes abandonen la violencia y sin pagar precio político

Zapatero prometió además informar al Congreso en caso de abrir un proceso de diálogo

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 22 marzo 2006 14:22

MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Congreso de los Diputados aprobó hace casi un año, en el Debate del estado de la Nación que tuvo lugar el 17 de mayo de 2005, una resolución en la que se abría la posibilidad de abrir "procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia", dejando claro que las cuestiones políticas se dirimen entre representantes de la soberanía popular y que no se pagaría ningún "precio político" por la paz.

Además de la resolución, que vuelve a primera plana tras la declaración de alto el fuego permanente por parte de ETA, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió que, en caso de inicio de un proceso de diálogo, acudiría al Congreso para explicar su posición y reclamar la unidad de los demócratas.

La propuesta aprobada por el Congreso, que sólo contó con el voto en contra del PP, recogía la misma redacción del punto 10 del Acuerdo de Ajuria Enea de 1988 para apoyar, si se dan las condiciones oportunas, "procesos de diálogo" entre el Estado y "quien decida abandonar la violencia", añadiendo la garantía de que no se pagará "precio político" por el fin del terrorismo de ETA.

En ese controvertido texto se señalaba que los avances que se han producido en el proceso histórico de lucha contra el terrorismo se han debido esencialmente a la firmeza democrática de la sociedad y a la acción sostenida de tres factores básicos: la labor de las Fuerzas de Seguridad, la cooperación internacional, y la unidad y los acuerdos de las fuerzas democráticas.

RECHAZO AL TERRORISMO Y EXIGENCIA DEL FIN DE ETA

Esa unidad, argumentaba la resolución, se ha construido sobre la base de unos principios, entre los que destaca en primer lugar el "firme rechazo" a la violencia terrorista, cuyos métodos (asesinato, agresiones, amenazas, chantajes) son "moralmente inaceptables y absolutamente incompatibles" con la democracia.

A partir de ahí, se recalcaba que "a ETA sólo le queda un destino: disolverse y deponer las armas". "Esta es la exigencia de la ciudadanía vasca y ésta es también la actitud de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados", se proclamaba.

"Por eso --continuaba--, convencidos como estamos de que la política puede y debe contribuir al fin de la violencia, reafirmamos que, si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma, y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción, apoyamos procesos de diálogo entre los poderes competentes del Estado y quienes decidan abandonar la violencia".

Eso sí, se añadía que ello sólo se hará "respetando en todo momento el principio democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular". "La violencia no tiene precio político y la democracia española nunca aceptará el chantaje de la violencia", apostilla.

UNIDAD IMPRESCINDIBLE, SIN CONFRONTACIÓN PARTIDARIA

Mientras tanto, en la resolución se reafirmaba la "plena determinación por trabajar juntos en la finalización definitiva de la violencia terrorista", para lo cual se destaca que, a la fortaleza del Estado de Derecho en la lucha contra el terrorismo, "hay que añadir una condición imprescindible: la unidad democrática de los partidos políticos y que eso significa la eliminación de la confrontación partidaria en la política política antiterrorista".

"Por ello queremos formalizar solemnemente nuestra voluntad de eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre los partidos las políticas para acabar con el terrorismo", se remachaba.

Otro principio es la "solidaridad con las víctimas del terrorismo", que son "la memoria, el recuerdo, la constatación presente y continúa del sufrimiento, de la brutal injusticia que ha provocado el terrorismo de ETA"". Se reiteraba que las "obligaciones" con las víctimas no se han terminado" y que hay que seguir preservando su memoria. "Nadie mejor que las víctimas para defender los valores de la convivencia y respeto mutuo que quieren destruir aquellos que les han infligido tal sufrimiento", indica el PSOE.

De igual modo, se revalidaba el apoyo a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, mencionándose también a la Ertzaintza, y el reconocimiento del papel "indispensable" que juega la colaboración internacional contra el el terrorismo, y especialmente en el seno de la Unión Europea.

Por último, se destacaba "la extraordinaria sensatez y moderación con que la sociedad ha reaccionado ante las agresiones terroristas, dando un ejemplo de talento y generosidad que han resultado vitales para el triunfo de la democracia sobre la barbarie terrorista".

"Llamamos a todos los ciudadanos para que, individualmente y a través de las asociaciones y agrupaciones de la sociedad civil en que se integran, asuman sus responsabilidades y trabajen por la desaparición de las actitudes fanáticas, intolerantes y violentas y por la consolidación de la libertad", se enfatiza. abrir procesos

Una vez reafirmada la "vigencia" de todos los puntos reseñados, la resolución concluía constatando la "creciente debilidad" del terrorismo y llamando a "fortalecer la unidad de las fuerzas políticas" en torno a este catálogo de principios.

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