Tregua.-CSI-CSIF alerta de que sería "inviable" reagrupar a los presos etarras en las cárceles vascas y navarras

MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del sector nacional de prisiones de CSI-CSIF, José Ramón García Esteban alertó hoy de que la capacidad de las prisiones vascas y navarras es "ínfima" y que, por tanto, sería "inviable" un hipotético reagrupamiento de presos etarras porque hay "tal masificación" que para hacerlo posible "tendrían que sacar a presos comunes".

En declaraciones a Europa Press Televisión, García aseguró que esta situación generaría gran conflictividad y muchos problemas, porque los presos pertenecientes a la banda "tienen mucho apoyo en el País Vasco y podrían producirse motines y graves incidentes dentro de las prisiones".

Así, prefirió no entrar en valoraciones políticas y rehusó opinar sobre lo adecuado de que finalmente se negocie esta posibilidad, ya que aseguró que su organización acatará "la legislación vigente y lo que marquen los jueces en cada momento".

Para García Esteban "está claro" que los presos conocen la situación de alto el fuego decretado por ETA al disponer de información que les llega a través de periódicos y la televisión. Sin embargo, señaló que ésto no ha causado ningún tipo de incidente en las prisiones.

NO AL REAGRUPAMIENTO EN OTRAS COMUNIDADES

Actualmente los presos etarras tienen el mismo trato que cualquier interno, por lo que, según afirmó García Esteban, para concederles algún tipo de privilegio debería probarse "una modificación legislativa". Los funcionarios de prisiones, según dijo, "no van a realizar ninguna concesión a ningún preso etarra y se les tratará exactamente igual que a cualquier otro preso".

Sobre la posibilidad de reagrupar a varios presos en una misma prisión, aún fuera del País Vasco y Navarra, incidió en lo poco recomendable de esta medida, dado el mal resultado que dio en el pasado. "Se juntan entre ellos y causan varios problemas", apuntó.

García Esteban expresó que los funcionarios de prisiones no han recibido ningún tipo de información y están a la espera de saber qué está ocurriendo, por lo que pidió a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que "informe y diga qué pasará a partir de ahora".

Según explicó, esta preocupación se deriva de la poca información que recibieron los funcionarios en la tregua de 1998, en la que no recibieron "ninguna máxima en la que se especificara el 'modus operandi' a llevar".