Tres acusados de asaltar a los Ferri afirman que ese día estaban en el médico, trabajando o con familiares

Actualizado: martes, 16 febrero 2010 16:49

Un abogado imputado alega que la pistola hallada en su despacho era de un cliente y dice que no dio instrucciones al resto de procesados

VALENCIA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

Tres de los 11 acusados del asalto al chalé de la familia Ferri, en la localidad valenciana de Canals, ocurrido el 4 de enero de 2006, en el que murieron dos de los atracadores, afirmaron hoy, en la vista que tiene lugar en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, que ese día estaban en el médico, trabajando en su empresa o con familiares. Además, aseguraron que se conocen entre sí por "ir de copas" o por sus encuentros en el restaurante de algunos de ellos --puesto que eran socios--, pero que desconocían el plan para el atraco.

Estas personas, para las que el ministerio fiscal pide penas de entre 11 años y medio de cárcel y 20 años y ocho meses, tan sólo quisieron responder a las preguntas formuladas por las defensas. En sus declaraciones, negaron los hechos que se les imputaban y afirmaron que ni vigilaron el chalé de la familia Ferri ni conocían un plan para atracarlo.

En concreto, uno de los procesados explicó que el día de los hechos, sobre las 20.30 horas, había acudido al médico porque no se encontraba bien y padece "muchas enfermedades como el colesterol alto o anginas de pecho". Así, negó que se encontrara en la localidad de Canals o que se hubiera puesto en contacto telefónicamente con el resto de procesados. De hecho, afirmó que uno de los teléfonos móviles supuestamente de su propiedad, en el que constan diversas llamadas al resto de imputados el día de los hechos, no lo había utilizado.

En este punto aclaró, como el resto de los que prestaron hoy declaración, que solían tener entre ocho y diez móviles debido a sus empleos --socios de un restaurante, de un taller, de una discoteca o de un local de compra-venta--. Así, cada 40 o 50 días los cambiaban por las promociones que se les ofertaban, y los teléfonos antiguos los sorteaban en sus locales y los regalaban a conocidos. Por este motivo, señalaron que sus móviles los podrían haber utilizado otras personas el día en que se registró el asalto.

Otro de los acusados, que corroboró esta versión de los teléfonos, indicó que el día 4 de enero de 2006 estaba en casa de su tío, con su esposa --también imputada en esta causa por un delito de falsedad--. Indicó que su móvil, desde el que también se realizaban llamadas a los procesados, lo dejó de utilizar antes de Navidad y luego se lo dejó "a un chico" que se "lo pidió".

Ante la pregunta de por qué creía que uno de los imputados declaró ante la Guardia Civil que él había participado en el asalto, respondió que éste le comentó luego en prisión que "lo había hecho por miedo, por las presiones", pero que se disculpó "entre lágrimas" y le reiteró que "había sido muy presionado". Respecto al subfusil hallado en el domicilio en el que fue detenido, respondió que no se encontraba en su habitación y que no lo había visto antes.

Otro acusado relató que el día de los hechos, sobre las 20.00 horas, estaba trabajando en su empresa, en la que cumplía un horario de 16 a 20 horas. No obstante, aclaró que no solía salir antes de las 21 o 21.30 horas, por lo que era imposible que ese día estuviera en el chalé de los Ferri. Además, indicó que no conocía a ninguno de los acusados y que tampoco había utilizado un teléfono desde el que se hicieron llamadas.

NI MÓVIL NI COCHE

Los otros dos acusados del asalto que también prestaron hoy declaración sí reconocieron que conocían al resto de imputados, pero negaron su participación en el robo. También afirmaron que los teléfonos utilizados no eran suyos y que los vehículos que se habían empleado para los atracos no los habían comprado ni alquilado. "Ni usé el móvil ni usé el coche que me dice", aseguró uno de ellos.

Por su parte, otro de los imputados por un delito de tenencia ilícita de armas, abogado de profesión, alegó en su declaración que la pistola hallada por la Guardia Civil en su despacho no era suya ni sabía de su existencia. Así, explicó que el arma fue encontrada en el recibidor del despacho, y que cualquier persona podía haberla dejado allí. De hecho, explicó que luego se enteró que un amigo de un cliente suyo la había depositado en ese lugar por miedo a que pudiera hacer algo malo.

Respecto al asalto, reconoció que conocía a Francisco Ramírez --dueño del chalé y yerno de Ferri-- y que en dos ocasiones había estado en su vivienda, "pero sólo en el comedor". Así, negó que conociera el resto de las habitaciones y que diera instrucciones a los procesados --de los que aseguró conocer a dos-- para proceder al atraco. De hecho, afirmó que si le hubieran preguntado les hubiera dicho que no cometieran el robo porque no tenía nada de valor, ni joyas ni cuadros caros.

Con la declaración de estos procesados, la presidenta del tribunal fijó para el jueves la próxima vista, en la que están citados a declarar Francisco Ramírez y otros testigos, entre ellos, su mujer y los caseros que, según consta en el relato de Fiscalía, fueron amordazados y amenazados para que les dieran las llaves de la vivienda principal.