SEVILLA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
Tres testigos protegidos que supuestamente presenciaron el pasado 8 de enero el crimen del celador Gaspar G., que ayer por la tarde prestaron declaración ante el Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla durante tres horas, dijeron que María Luisa C. J., la esposa de Ricardo S. A., presunto autor de los disparos, no participó en los hechos.
Así lo informó a Europa Press el abogado de la defensa, Francisco Javier del Rey, quien precisó que, mientras los tres testigos citados dijeron que "no vieron para nada a la mujer en el lugar", un cuarto testigo protegido que también prestó ayer declaración, sí argumentó que ésta tuvo algún tipo de participación en los hechos, señalando que "estaba en la puerta del coche" del celador, "sin que quedara claro si evitó que el celador pudiera abrir la puerta del mismo".
El letrado, que comentó que aún quedan más testigos por declarar, que son tres hermanos de Ricardo S. A., aseveró que los cuatro testigos protegidos ratificaron ayer ante el juez lo que dijeron en su día a la Policía y que declararon tras una mampara.
Tras recordar que la mujer del supuesto autor de los disparos fue puesta en libertad el pasado día 21, después de que la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla emitiera un auto por el que se decretaba su puesta en libertad, Del Rey expresó que María Luisa C. J. se encuentra ya "bastante tranquila, contenta por su libertad".
Además, comentó que cada diez días aproximadamente va a prisión para ver a su también defendido Ricardo S. A., que se encuentra en prisión preventiva por lo sucedido, para informarle de la evolución del caso. Dijo que "mantiene su serenidad, está tranquilo a la espera de los acontecimientos. El también me llama a mí por teléfono y, cuando voy a verle, supone para él una cierta alegría porque al menos tiene un cierto contacto y la tranquilidad de que está bien asistido, que es lo que pretendo".
Así las cosas, el abogado defensor adelantó a Europa Press que está previsto que en las próximas horas pueda recibir los informes de balística y de la autopsia, así como las copias de las declaraciones prestadas.
El suceso se produjo a las puertas del albergue juvenil situado en la calle Isaac Peral, después de que el celador atropellase levemente a la hija de María Luisa C. J. y Ricardo S. A., de siete años.