El Tribunal Supremo considera que no hubo delito de injurias en el caso de la senadora Elices, según la Entesa

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 27 junio 2007 15:18

MADRID 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha archivado las diligencias que se seguían contra la senadora por Tarragona de la Entesa Catalana de Progrés, Maria José Elices, por la querella por injurias presentada contra ella por el ex alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal.

Según explica la Entesa en un comunicado, los hechos se refieren a marzo de 2005, cuando la senadora y entonces concejala del Ayuntamiento de Tarragona afirmó ante un grupo de vecinos y junto a un diputado, que la ejecución de la variante de la Nacional-340 respondía a intereses personales del alcalde.

Tras esta afirmación, el alcalde presentó una querella contra la senadora que ha visto el Tribunal Supremo, por tratarse de una parlamentaria y, por tanto, con inmunidad. Por ello, se solicitó suplicatorio al Senado que fue concedido en sesión plenaria.

Después de citar y escuchar a la senadora el pasado día 11 de junio, el Tribunal Supremo ha considerado que las frases que se atribuyen a la querellada "no son constitutivas del delito de injurias y ha procedido al archivo de las diligencias".

El comunicado apunta que la sentencia "dice que las palabras de Elices se ciñen a un debate público sobre unas obras que afectaban a los intereses de los ciudadanos". La sentencia agrega que en ese contexto "las libertades de expresión e información están en conexión con asuntos de interés general y contribuyen a la formación de la opinión pública, alcanzando su máxima eficacia justificadora frente al derecho al honor, el cual se debilita en canto sus titulares son personas públicas, obligadas por ello a soportar un cierto riego de que sus derechos subjetivos resulten afectados por opiniones e informaciones".

Por último, el texto del auto del Supremo recalca que "no se debe correr el riesgo de hacer del Derecho penal un factor de disuasión del ejercicio de la libertad de expresión, lo que, sin duda, resulta indeseable en un Estado democrático".

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