Reconoce la eximente mental del procesado, que dijo no acordarse de nada de lo sucedido
HUELVA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de Huelva solicitó hoy para G.F.C., mayor de edad y acusado de un presunto delito de intento de asesinato y de amenazas contra su madre, a la que presuntamente golpeó en repetidas ocasiones con un martillo, el internamiento durante siete años y cinco meses en centro y régimen adecuado a la anomalía psíquica que presenta.
El ministerio público solicitaba para el acusado siete años de prisión y la medida de seguridad de internamiento en centro y régimen adecuado a la anomalía psíquica que presenta durante otros siete años por un delito de intento de asesinato; una pena de cinco meses de prisión y una medida de seguridad de internamiento en centro y régimen adecuado a la anomalía psíquica que presenta durante un año por un delito de amenazas, y una indemnización de 682 euros.
Durante la celebración del juicio, y tras la declaración de la madre del acusado, de los dos agentes de la Guardia Civil que detuvieron al procesado, de dos hermanos de la víctima, de un vecino de la víctima y de los dos médicos forenses que atendieron al procesado tras los hechos acaecidos, el ministerio público argumentó la eximente mental del acusado, "que anulaba sus facultades intelectivas y volitivas", para solicitar su internamiento en un centro psiquiátrico.
Por su parte, la acusación particular se ratificó en su petición de siete años y cinco meses de prisión por los delitos de intento de asesinato y de amenazas, mientras que la defensa del acusado se adhirió a lo solicitado por el fiscal de "ingresarlo en un centro psiquiátrico con una serie de medidas que sirvan para rehacer su vida y que se convierta en una persona normal".
Durante la vista oral, el acusado aseguró no recordar nada de lo sucedido el día de los hechos y justificó su actitud afirmando que escuchaba voces "que eran como ecos", aunque aseguró no recordar qué decían estas voces.
Por su parte, la madre del acusado, A.M.A., de 62 años de edad, relató que el pasado 18 de octubre de 2005 su hijo llegó a la casa familiar "arañado y estropeado", para acto seguido decirle que "tenía que hablar conmigo". "En ese momento, cogió un martillo y empezó a golpearme diciéndome que me tenía que matar, pero yo no podía defenderme porque estaba muy aturdida", señaló.
Asimismo, informó de que su hijo "llevaba 20 años consumiendo drogas, para lo cual seguía un tratamiento, pero jamás lo había visto así, pues no era dueño de sí mismo y no se podía controlar". En este sentido, señaló que el procesado anteriormente "nunca" le había querido agredir.
Por su parte, los médicos forenses que atendieron al procesado tras los hechos ratificaron sus informes, en los que indicaban un trastorno delirante megalomaníaco-mesiámico, así como un trastorno esquizotípico de la personalidad "que anulaban sus facultades intelectivas y volitivas, por lo que no era responsable de sus actos".
Según la calificación provisional del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos tuvieron lugar el 18 de octubre de 2005, cuando el procesado llegó al domicilio en el que convivía con sus padres, en Tharsis (Huelva), y, "sin motivo aparente", sujetó de los hombros a su madre, A.M.A., de 62 años de edad, y la sentó en el sofá, "donde le agredió propinándole dos puñetazos en la cara, al tiempo que le gritaba que la tenía que matar".
El fiscal indica que, acto seguido, "el acusado cogió un martillo y comenzó a golpear repetidamente con el mismo a su madre en la cabeza sin que ésta pudiera moverse o impedir por medio alguno que aquel siguiera golpeándola".
Según prosigue la Fiscalía en su escrito, cuando la madre del acusado pudo finalmente levantarse del sofá y huir, "el procesado la siguió por toda la casa para impedírselo, aprovechando en todo momento la edad de su madre y el hecho de que ésta no tenía nada con lo que defenderse".
El ministerio público señala que el procesado "no dejó en ningún momento de golpear a su madre con el martillo por detrás en la cabeza, hasta que aquella cayó al suelo, aturdida aunque consciente, momento en que el acusado aprovechó para proseguir su agresión arrojándole a la cabeza un jarrón".
Asimismo, el fiscal explica que, finalmente, el procesado cesó en su agresión al ser sorprendido por S.M.A., hermano de la víctima, a quien advirtió, cuando trataba de acceder al domicilio para auxiliar a su hermana, y antes de darse a la fuga, diciéndole "como intentes entrar, te mato a ti también".
Además, la Fiscalía destaca en su escrito que el acusado, que permanece en prisión provisional desde el pasado 19 de octubre de 2005, padecía en el momento de cometer la supuesta agresión un trastorno delirante megalomaníaco-mesiámico, así como un trastorno esquizotípico de la personalidad "que le limitaba, sin llegar a anularlas, sus facultades intelectivas y volitivas".
