BRUSELAS, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea estudia nuevas medidas para combatir la discriminación por motivos de género, religión, ideología, discapacidad, edad o sexo, más allá del mercado laboral, en áreas como la sanidad, la educación o la vivienda. Para facilitar su preparación, el Ejecutivo comunitario lanzó hoy una consulta pública con el objetivo de que todos los interesados planteen sus propuestas.
"Queremos saber la opinión de tanta gente como sea posible acerca de cómo tratar la discriminación de forma efectiva en terrenos como la sanidad, la educación y la vivienda", explicó el comisario de Empleo, Vladimir Spidla, a través de un comunicado.
"La Unión Europea tiene ya algunas de las medidas antidiscriminación de mayor alcance del mundo. Sin embargo, queremos asegurarnos de que la protección frente a la discriminación se centra en los puntos donde es más necesaria y garantizar un equilibrio entre todos los implicados, ya sean personas individuales, patrones, instituciones o asociaciones."
Un informe elaborado por la Comisión en 2006 concluyó que todos los Estados miembros tienen leyes que van más allá de las exigencias que impone la UE con la directiva sobre igualdad de trato independientemente del origen racial o étnico y con la directiva sobre igual de trato en el empleo.
Pero en cuanto al contenido y el alcance de dichas leyes hay diferencias notables. Además existe una tendencia generalizada a garantizar una mayor protección frente a la discriminación por motivos de religión o sexo, mientras que la discriminación por razones de orientación sexual, discapacidad y edad son menos observadas fuera del ámbito laboral.
Según una encuesta del Eurobarómetro publicada en enero de 2007 el 64% de los europeos considera que la discriminación está extendida en sus respectivos países y un 51% cree que no se está haciendo suficiente para combatir el problema.
La Comisión ha anunciado que presentará nuevas iniciativas en 2008 para prevenir y combatir la discriminación fuera del mercado laboral en cuestiones de género, religión, ideología, discapacidad, edad y orientación sexual, basándose en el resultado de la consulta. Las propuestas del Ejecutivo comunitario irán acompañadas de una valoración de su impacto, en la que se analicen los pros y los contras de las distintas opciones posibles.
