BRUSELAS, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea y Estados Unidos firman hoy durante su cumbre anual que se celebra en Washington el acuerdo de liberalización del tráfico aéreo entre los dos bloques que entrará en vigor en marzo de 2008, y adoptarán un plan para acelerar la integración económica transatlántica, una iniciativa personal de la canciller alemana y presidenta de turno de la UE, Ángela Merkel.
En cambio, no se prevén grandes avances en la cuestión del cambio climático, ya que mientras la UE aboga por fijar objetivos obligatorios de reducción de emisiones como los contemplados por el protocolo de Kyoto para después de 2012 --un 20 por ciento para 2020 ampliable al 30 si se suman Estados Unidos, China o India--, la delegación estadounidense mantiene que las mejoras tecnológicas son la mejor manera de luchar contra el calentamiento global.
Durante la cumbre, la UE pedirá al presidente norteamericano, George W. Bush, que ponga fin a la obligación de visado para entrar en Estados Unidos que tienen actualmente los ciudadanos de algunos países europeos --los 12 países de la ampliación salvo Eslovenia, más Grecia--. Bruselas quiere evitar la discriminación entre Estados miembros y reclamará a Washington que aplique plenamente el principio de reciprocidad, ya que todos los ciudadanos estadounidenses pueden entrar a la UE sin visado.
Asimismo, la delegación europea reclamará un impulso a las negociaciones para firmar un nuevo acuerdo sobre la transferencia a Estados Unidos de los datos de los pasajeros aéreos europeos que viajan a la otra orilla del Atlántico que garantice una protección suficiente de la privacidad. El actual vence a finales de julio.
Los dos socios transatlánticos discutirán un amplio abanico de cuestiones de política internacional, como Oriente Próximo, Líbano, Siria, Afganistán, Kosovo, Darfur o América Latina. Esta previsto que en la declaración final de la cumbre se incluya una breve referencia a Cuba en la que se expresará el apoyo al pueblo cubano en la búsqueda del ejercicio de sus derechos.
Pero los dos temas más destacados de la agenda internacional serán, por un lado el programa nuclear iraní y por otra parte Rusia, que se ha convertido en un creciente motivo de preocupación tanto para la UE como para EEUU por el uso que hace el presidente ruso, Vladimir Putin, de la energía para presionar a sus socios, por la represión policial en las manifestaciones de hace 15 días en Moscú y San Petersburgo, y por la decisión de suspender pactos militares con Occidente en protesta por el escudo antimisiles. La cuestión del escudo, que ha provocado divisiones en la UE, no está contemplada en la agenda aunque podría abordarse.
