UPN y CDN no cierran la puerta a un futuro Gobierno en coalición con los socialistas en Navarra

Actualizado: jueves, 9 agosto 2007 2:03


PAMPLONA/BUENOS AIRES, 9 Ago. (OTR/PRESS) -

Los líderes de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), Miguel Sanz y Juan Cruz Alli, cerraron ayer un pacto que les permitirá reeditar el gobierno de Navarra durante otros cuatro años, aunque esta legislatura deberán afrontarla en minoría y no con una mayoría mayoría absoluta que les respalde, por lo que deberán contar con el apoyo puntual de los socialistas navarros para poder sacar adelante sus proyectos de gobierno. Es por eso por lo que ambas formaciones dejan la puerta abierta a la futura entrada del PSN en un Gobierno foral de coalición. "Ahora ya han dicho que no" pero existe la posibilidad de que eso cambie en un futuro, apuntó el propio Sanz.

Tras firmar el acuerdo, ambos líderes comparecieron ante los medios y coincidieron en destacar el "carácter abierto" del pacto y su intención de buscar acuerdos en el Parlamento, especialmente con el PSN, para sacar adelante su programa de gobierno. De hecho, el acuerdo prevé que "en el supuesto de que a lo largo de la legislatura se alcanzase un acuerdo para la configuración de un Gobierno de mayoría absoluta mediante la incorporación de representantes de otras fuerzas políticas, la representación de ambos partidos (UPN y CDN) se acomodará a la nueva situación".

Poco se sabe todavía del reparto de consejerías, tan solo que dos, las de Educación y Vivienda y Ordenación del Territorio, serán para CDN, socio minoritario. UPN cuenta con 22 parlamentarios y los convergentes con 2, de un total de 50. Entre ambas fuerzas juntan 24 parlamentarios "mayoría minoritaria" ya que, a pesar de representar el 48 por ciento del Parlamento, deben conseguir otro 3 por ciento "para poder llevar adelante las políticas" de su acción de gobierno.

Una necesidad de apoyos que quedará patente desde el primer momento, ya que será la abstención de los doce parlamentarios socialistas la que hará posible que el próximo sábado, en la segunda votación, Sanz sea investido de nuevo como presidente de Navarra. El líder de UPN señaló que si acepta ser el próximo presidente de la Comunidad foral es porque sabe que concluirá la legislatura al frente del Ejecutivo, en referencia a la posibilidad de que se presente en su contra una moción de censura.

DIFÍCIL PERO NO IMPOSIBLE

De hecho ve difícil, pero no imposible, que los socialistas acaben entrando en el Gobierno. "Ahora ya han dicho que no, que su abstención no es ningún cheque en blanco y eso les cierra la puerta", comentó. No obstante, según dijo, existe la posibilidad de que cambien de postura en un año o dos.

Pero de momento desde las filas socialistas solo se plantean su labor en Navarra desde la oposición. En este sentido, y tras ser interrogada sobre el pacto entre UPN y CDN, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró en rueda de prensa en Buenos Aires que en estos momentos, los socialistas se situarán en Navarra "desde la responsabilidad en la oposición". Una oposición que, según afirmó, "vamos a ejercer de forma útil, constructiva y leal" y que colocará "los intereses generales y de los navarros por encima de los partidarios".

En esta misma línea se manifestó el secretario general del PSN, Carlos Chivite, que fue incluso más explícito al afirmar que "no contempla de ningún modo" entrar a formar parte del Gobierno de Navarra, pese a que UPN y CDN dejen abierta esta posibilidad. Además, Chivite, que dijo que nunca se planteó su dimisión, aseguró que "no habrá congreso extraordinario" del partido en Navarra tras el veto de la Ejecutiva Federal del PSOE al pacto con Nafarroa Bai.

El secretario general de los socialistas navarros advirtió de que, "de la misma forma que en este partido es libre el acceso, la puerta está abierta a la autoexclusión", en referencia a los socialistas que se han mostrado críticos con la dirección del PSN.