MADRID 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
El abogado de UPyD en el 'caso Bankia', Andrés Herzog, ha avisado este martes de que si el juez que investiga el caso, Fernando Andreu, decide no considerar delictivos los gastos hechos con las llamadas 'tarjetas black' en horario laboral los imputados podrían reclamar alrededor de 7 millones del dinero que ya han consignado en el juzgado para hacer frente a sus posibles responsabilidades.
En declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press, Herzog ha explicado, además, que si se reduce la cantidad que se considera defraudad es posible que "muchos de los delitos estén prescritos". "Puede dejar a muchos libres de responsabilidad", ha avisado.
El abogado ha precisado que aún está estudiando las cantidades, pero ha estimado que podría reducirse de 15 millones a aproximadamente la mitad la cantidad que se considera defraudada. Además, ha dejado claro que le parece "surrealista" el criterio de que se den por buenos los gastos hechos en horario laboral "aunque sea en algo absolutamente ajeno a sus funciones".
El pasado 19 de mayo, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu pidió a la Policía Nacional una copia de la relación de gastos que fueron realizados por los exconsejeros de Caja Madrid y Bankia con sus 'tarjetas black' en días festivos, durante los fines de semana o en horario nocturno, desde las 20.00 horas de la tarde hasta las 8.00 horas de la mañana, cuando su jornada de trabajo había finalizado.
En una providencia, a la que tuvo acceso Europa Press, el magistrado pidió también a la Unidad de Policía Judicial de la Audiencia Nacional la lista de los desembolsos efectuados por las tarjetas opacas al fisco en "días festivos" o aquellas operaciones que se realizaron "a partir de las 20:00 horas y antes de las 8:00 horas".
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 ya ha tomado declaración a los antiguos directivos y consejeros que utilizaron las 'black' en gastos privados, como compras en supermercados, joyerías, sastrerías de lujo, grandes almacenes o en el IKEA, y acudieron en repetidas ocasiones al cajero para extraer dinero en efectivo.
Algunos de los comparecientes han argumentado que se trataban de tarjetas de libre disposición, otros han asegurado que siempre las emplearon para gastos inherentes al cargo, mientras que los directivos han indicado que podían destinarlas a su uso particular, puesto que disponían de una tarjeta de empresa para gastos de representación.
Andreu imputó en enero a 79 antiguos miembros del consejo de administración y exdirectivos de Caja Madrid, integrada desde 2011 en Bankia, por el uso que hicieron de las 'tarjetas black', en la que se cargaron en gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012.