Urkullu dice que no hay alternativa a la mesa de partidos y censura que se intente demorar para "minar" al PNV

Insiste en que al lehendakari le corresponde "un papel fundamental" en el proceso de pacificación y normalización

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 27 marzo 2006 14:36

BILBAO, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Euskadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó hoy que "no existe alternativa" a la mesa de partidos y expresó su preocupación por la existencia de estrategias por parte del Partido Socialista y de Batasuna para demorar este foro con el fin de "minar" a su partido e intentar "desplazarle" del Gobierno de las instituciones.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, señaló, de esta manera, que, "detrás de las expresiones" de los últimos días de líderes socialistas y de Batasuna, pueden "esconderse estrategias que vayan a hacer dilatar en el tiempo y a demorar la posible conformación de una mesa de partidos políticos o mesas de partidos políticos".

El dirigente nacionalista aseguró que "no existe alternativa" a estos foros y agregó, en este sentido, que, aunque es necesario seguir "dando pasos" para consolidar un proceso de pacificación, es preciso abordar "el problema político que afecta a la sociedad vasca desde hace dos siglos".

En ese sentido, apostó por "hacer lo posible porque todas las sensibilidades políticas puedan estar en condiciones de abordar ese problema político" e indicó que Batasuna "es un interlocutor" que no tiene representación en determinadas instituciones y que, por ello, "lo lógico es plantear que sean la mesa o las mesas la fórmula idónea" para abordar la normalización política.

Ante la posibilidad de que PSOE y Batasuna intenten dilatar el proceso, consideró que "puede haber intereses electoralistas y también comunes en minar al PNV", al que "cada uno desde su estrategia está buscando desplazar de la responsabilidad del Gobierno de las instituciones". Según indicó, "no tiene que ser ahora necesariamente, puede estar dentro de un calendario en el tiempo".

Asimismo, enmarcó, como "un factor más dentro de esta estrategia", el cuestionamiento del papel del lehendakari en este proceso. Tras recordar que Ibarretxe es "el máximo representante institucional" vasco porque "así lo han decidido" los ciudadanos, destacó que tiene un papel "fundamental" en el proceso de paz, como ha reconocido José Luis Rodríguez Zapatero al anunciar una próxima reunión entre ambos, y en el proceso de normalización "como máximo representante de las instituciones vascas", aunque Batasuna "no lo reconozca" y el PSE "parece que se siente molesto".

Urkullu consideró que se ha "sacado punta excesivamente" a las palabras del lehendakari tras el anuncio de ETA el pasado miércoles ya que planteó una fase preliminar de contactos pero "dejaba para después de la verificación" del alto el fuego en el Congreso la conformación de la mesa de partidos.

De la misma manera, estimó que el Gobierno central "tiene analizados todos los pasos" que va a acometer pero que no lo hará hasta "presentarse" en el Congreso de los Diputados para esta verificación.

A su entender, "estamos en el tiempo de la emociones", tras el anuncio de ETA del pasado miércoles, pero es necesario también que las formaciones políticas analicen "las estrategias y objetivos".

VALORACION COMPARTIDA

Urkullu indicó que ahora tiene que haber "una valoración compartida" del fin de la violencia y que el anuncio de alto el fuego sea "universal" y afecte a todos los colectivos e "irreversible, sin vuelta atrás". En cualquier caso, afirmó que prefiere quedarse "con la esperanza de que vislumbramos el fin de la violencia y que, a diferencia de ocasiones anteriores, las experiencias nos llevan a tener fundadas esperanzas de que es la definitiva" porque, de lo contrario, "el precio político será para el entorno de Batasuna".

Por su parte, indicó que el PNV seguirá la apuesta del documento de pacificación y normalización hecha pública en el mes de octubre y buscará "un acuerdo integrador", consciente del "papel de liderazgo" en la normalización política que le corresponde a este partido y al lehendakari. "No será una formación irresponsable que lleve a la sociedad vasca a determinadas frustraciones", indicó.

Por otro lado, en relación a la actitud del PP en este proceso, lamentó que este partido "lleva una mochila muy pesada" tras la última legilatura de José María Aznar, en la que se produjo "una involución democrática". Por ello, a su entender, debe dar "un giro que tardara" y entender que "se queda aislado", con el consiguiente "riesgo de ruptura dentro de la propia formación".

Asimismo, aseguró que, si no se deroga la Ley de Partidos, debería haber una "reinterpretación" a la vista de las "circunstancias diferentes" tras alto el fuego de ETA.

Finalemente, se refirió al comunicado de las asociaciones de víctimas hecho público este fin de semana, señalando que este colectivo "son las primeras necesitadas de un nuevo tiempo en el que se den los pasos necesarios para su reconocimiento". "Muchas veces hemos escuchado de las víctimas que el mejor de los reconocimientos sería que el último de los muertos sea el último de la larga cadena de horror y sufrimiento", indicó, concluyendo que, aunque no en la política, "juegan un papel en la convivencia y la normalización de la vida vasca".

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