Vascas.- D3M exige a PNV que diga "alto y claro" si ha pactado o pactará con PSE tras comicios para así evitar "engaños"

SAN SEBASTIAN, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

La representante de la plataforma de la izquierda abertzale D3M (Demokrazia Hiru Milioi) Itziar Aizpurua exigió hoy al PNV que "hable claro y diga bien alto si ha pactado o piensa pactar con el PSE" tras las próximas elecciones autonómicas vascas que se celebrarán el 1 de marzo para que así "nadie se lleve engaños". Frente a ello, aseguró que D3M busca crear "una verdadera marea humana" que "haga imposible" este "nuevo fraude que están llevando a cabo PSE y el PNV", porque "es la hora de empezar a construir la democracia para este pueblo".

En una rueda de prensa en San Sebastián, Aizpurua, acompañada del presidente de ANV, Kepa Bereziartua, y de Oihana Agirre en nombre del Movimiento Pro Amnistia, denunció que el Estado español ha "pisado el acelerador de la represión contra el independentismo", con el "único objetivo de neutralizar y eliminar las condiciones para el cambio que generaron en su día Lizarra-Garazi", y por las cuales la izquierda abertzale está dispuesta a "trabajar y luchar".

Además, censuró que "desgraciadamente" el Estado ha encontrado en esta "tarea" un "amigo fiel, el PNV", y así lo que en las próximas autonómicas está "en juego" es "neutralizar las ansias de cambio que generó Lizarra" o "reforzar esas ilusiones", es decir, "apostar por un cambio político que lleve a un escenario democrático o reeditar un nuevo pacto estatutario", por lo que "han optado PNV y PSOE", que buscan que el pueblo vasco "vuelva a mirar hacia atrás".

Por ello, exigió a la formación jeltzale que, "en el tiempo que tiene de campaña", diga "bien claro si ha pactado o piensa pactar con el PSE para que nadie se lleve ningún engaño". Aizpurua reconoció que "la estrategia de ilegalización ha hecho daño" a la izquierda abertzale, no obstante, aseguró que "ha fracasado", ya que "no ha podido materializar sus objetivos" que son "terminar con la izquierda abertzale y asimilar el proyecto independentista".

A su juicio, "no sólo ha fracasado la Ley de Partidos", sino también lo ha hecho su "base", que es "el marco constitucional", que busca "la homologación del régimen postfranquista, la asimilación del pueblo vasco en el Estado español y la asimilación e incluso aniquilación de la izquierda independentista". En este contexto, afirmó que "Euskal Herria está viva y el proyecto independentista fuerte", y por ello el Estado "ha tenido que recurrir los mismos métodos y estrategia de ilegalización" que "hace 30 años".

Además, consideró que "no es casualidad" que lo haya hecho "tras el acuerdo de Lizarra-Garazi", que para el pueblo vasco supuso "la finalización de un ciclo político y el comienzo de otro basado en la voluntad de la ciudadanía", contra lo cual "está el Estado español, el PSOE y en este momento en su ayuda el PNV".

"LA CLAVE"

En este contexto, señaló que "la clave" para "superar el conflicto político de este pueblo" es que los estados francés y español "respeten el derecho de Euskal Herria a decidir libre y democráticamente su futuro". "El Estado no tiene el problema con la izquierda abertzale, sino con el pueblo vasco" que "ha decidido ser dueño de su futuro y de su destino", añadió.

Finalmente, destacó que D3M busca crear "una verdadera marea humana" que "haga imposible el nuevo fraude que están llevando a cabo, a las claras el PSE y el PNV, anclando a este país en el pasado", porque "es la hora del independentismo, de un cambio democrático en profundidad", y "de empezar a construir la democracia para este pueblo".

Por su parte, Bereziartua recordó la "inquina constante del PSOE contra la izquierda abertzale", así comparó la Ley de Responsabilidades políticas, aprobada en 1939, con la Ley de Partidos, "imágenes de un mismo espejo, la incapacidad del Estado para reconocer la pluralidad nacional y política".

Asimismo, Agirre, tras lamentar que D3M tiene encima "la espada de Damocles" ante su posible "ilegalización", denunció la "esperpéntica situación" y el "estado de excepción" que está generando el Gobierno con su "estrategia de represión" para "neutralizar" a la izquierda abertzale, situación en la que, entre otras cosas, "reunirse y negociar políticamente es delito", donde "están vulnerados todos los derechos" y donde los socialistas con su "Gal jurídico" están enviando a miles de ciudadanos a "un Guantánamo político, sin igual en Europa".